El membrillo es un dulce con una gran tradición en nuestro país. Se elabora a partir del fruto del mismo nombre, uno de los más característicos del otoño, que crece en un árbol (Cydonia oblonga) de la familia de las rosáceas, la misma de las manzanas y las peras.

El fruto, de color amarillo y muy aromático, puede ser algo duro y ácido para comerlo crudo y es por ello que muchas personas prefieren comerlo procesado, en forma de compota o de dulce de membrillo (también denominado carne de membrillo).

Aunque se suele comprar ya hecho, también puedes hacerlo tu mismo en casa si tienes un árbol de membrillo en casa o si encuentras los frutos de membrillo en la frutería. De este modo, podrás reducir la cantidad de azúcar u optar por endulzantes más saludables, además de añadirle tu toque personal.

membrillo casero sin azúcar

El membrillo no es una fruta especialmente dulce, pero el dulce de membrillo sí que suele elaborarse con una gran cantidad de azúcar, por lo que es un alimento que conviene tomar con moderación, en especial si quieres cuidar tu peso o tienes que controlar tu azúcar en sangre. Sin embargo, si lo preparas en casa podrás controlar mucho mejor la cantidad de azúcar.

En general, para hacer dulce de membrillo se usa una cantidad de azúcar equivalente al entre el 100% y el 80% del peso de la fruta. Es decir, si usas 1 kilo de membrillo, tendrías que añadir entre un kilo y 800 gramos de azúcar, una cantidad muy elevada.

Puedes probar a reducir esta cantidad sustancialmente si usas un par de cucharaditas de agar agar,  una alternativa vegetal a la gelatina con una gran capacidad gelificante que ayudará a que el dulce de membrillo coja una textura firme y permitirá reducir sustancialmente la cantidad de endulzante.

Receta de membrillo casero sin azúcar

También puedes sustituir el azúcar por otro endulzante. En este caso usaremos sirope de agave, una endulzante natural que, tomado con moderación es una buena alternativa al azúcar. Tiene un alto poder endulzante (puede endulzar 1,5 veces más que el azúcar), por lo que se puede utilizar una cantidad menor para conseguir el mismo dulzor. Si no dispones de sirope de agave, también puedes usar miel.

Veamos cómo hacer un membrillo casero sin azúcar paso a paso:

INGREDIENTES

  • 1 kilo de membrillos, pesados pelados y sin el corazón
  • ½ taza de sirope de agave
  • 2 cucharadas de zumo de limón
  • 1 taza de agua
  • ½ cucharadita de canela
  • 2 cucharaditas de polvo de agar agar

PREPARACIÓN:

  1. Corta el membrillo en dados y colócalo, junto con el sirope de agave, el zumo de limón, la canela y el agua, en una olla mediana.
  2. Pon la olla con los ingredientes a fuego medio y caliéntalo de modo que hierva lentamente, removiéndolo de vez en cuando.
  3. Cocina la mezcla sin tapar durante aproximadamente una hora, hasta que el membrillo adquiera un color rojizo intenso.
  4. Tritúralo con una batidora resistente a la temperatura hasta que se forme un puré suave.
  5. Espolvorea el polvo de agar agar sobre el puré, bátelo para que se incorpore bien y síguelo cocinando durante unos 2 o 3 minutos más para que el agar agar se active.
  6. Engrasa un molde o una fuente de vidrio y vierte la mezcla caliente. Alisa la parte superior con el dorso de una cuchara para que quede recto.
  7. Deja enfriar el dulce de membrillo unos minutos, hasta que esté a temperatura ambiente. A continuación, cubre el molde con film transparente y ponlo en la nevera durante unas 24 a 48 horas, hasta que alcance una textura firme.
  8. Una vez que el membrillo esté firme, dale la vuelta en un plato y ya lo tienes listo.

Cómo conservar el membrillo casero

Aunque en estas versiones hemos bajado la cantidad de azúcar con el que se suele elaborar el dulce de membrillo, sigue siendo un alimento del que no conviene abusar.

Afortunadamente, puedes conservarlo varios días en la nevera. Sin embargo, al no llevar azúcar (que actúa como conservante) esta versión del dulce de membrillo dura menos que el tradicional, por lo general hasta 3 o 4 semanas en la nevera.  

Ideas para tomar el dulce de membrillo

El dulce de membrillo es una delicia que puede tomarse de diversas formas, combinado tanto con sabores dulces como salados. Toma nota de estas ideas:

  • Para acompañar una tabla de queso: el membrillo es el complemento ideal para los quesos. Su sabor dulce y algo ácido contrasta a la perfección con diversos tipos de quesos, tanto tiernos como añejos.
  • En la tostada del desayuno: prueba a preparar una tostada con una fina lámina de dulce de membrillo y otra de queso tipo burgos encima. Una auténtica delicia.
  • En un original sándwich: puedes emplear un poco de dulce de membrillo, cortado en dados o finas láminas, en el relleno de un sándwich salado, acompañado de alguna hoja verde (como la rúcula) y algún embutido (como el pavo o el salami) o, si sigues una dieta vegetariana, unas lonchas de queso vegano. Prueba a combinar los rellenos que más te gusten, las posibilidades son infinitas.
  • En el yogur: cortado en daditos muy pequeños, es un topping ideal para un yogur tanto en el desayuno como a modo de postre.
  • En tartas o galletas: el sabor dulce del membrillo queda perfecto como relleno o decoración en cualquier tipo de tarta o galleta.
  • En ensaladas: puedes cortar el membrillo en dados pequeños y añadirlo a tus ensaladas para añadirles un refrescante toque dulce.