La música es un arte mágico, se suele decir, y cuando se convierte en nana se tiñe de ternura para acunar los sueños de los niños. Pero, ¿qué tienen estas melodías que ayudan a los bebés no solo a dormir, sino también a reforzar el vínculo con sus progenitores?

Desde el ritmo, hasta el tempo, estas canciones logran un efecto calmante similar al de un mantra para los más pequeños, pero hay que saber cómo cantarlas para lograrlo.

No hay mejor nana que la cantada por "mamá"

Duérmete niño…,duérmete ya… es el comienzo de una clásica canción de cuna. Tras su letra y ritmo se encuentra la magia no solo de conseguir que un bebé duerma, sino también de mantener y fortalecer el vínculo materno filial, además de aportar seguridad y calmar al niño. Las nanas son cánticos ancestrales humanos universales. 

La magia de la música surte su efecto ya en el útero materno, donde el bebé escucha el sonido externo. “El sentido del oído está totalmente desarrollado a los cuatro meses de gestación, así que el niño ha escuchado la voz de su madre y ha sentido la vibración que esta produce, así que lo más le va a calmar es la voz de su madre”, explica Diego Salamanca, musicoterapeuta y consultor Gestalt, que asegura: “No se trata de cantar bien o mal, sino de que el bebé se calma escuchando a la mejor cantante del mundo, su madre”.

La gestación se produce en un medio acuoso, donde los estímulos llegan de forma muy atenuada al bebé. Según este musicoterapeuta, tras el nacimiento, el niño llega a un mundo desconocido y puede sentirse abrumado con tanta cantidad de estímulos, por lo que necesita regularse emocionalmente a través de la única persona que conoce, su madre (como a través de su voz).

La melodía de las nanas también tiene secreto

Pero, ¿qué es una nana? Se trata de una melodía sencilla cuya finalidad fundamental es la de calmar al bebé y ayudarle a conciliar el sueño. Son canciones que tienen un ritmo específico que se caracteriza por un tempo lento, en tono grave y con tres pulsos (como si fuera el clásico vals), describe Diego Salamanca, que asegura que cualquier tarareo sirve para hacer una nana si cumple estos requisitos.

Las nanas con su ritmo dividido en tres tiempos y causan un efecto similar a la relajación que conlleva recitar un mantra. Su ritmo incita a acompañarlo con el balanceo o mecido de quien tiene en brazos al bebé, lo que genera un ambiente de calma, serenidad y seguridad: “La voz de mamá canturreando de forma lenta y amorosa comunica a los bebés que no hay nada por lo que preocuparse; que puede bajar su nivel de irritación o alerta y volver a estar calmado, tranquilo y confiado”, destaca Salamanca.

Este especialista asegura que lo más efectivo es la voz de la madre o el padre, que el bebé reconoce como la de sus cuidadores, incluso frente a la de cualquier música reproducida en dispositivos electrónicos

En el ámbito hospitalario también se utilizan las nanas, como en el área de prematuros, del hospital Vall d’Hebron en Barcelona, para favorecer el desarrollo de los bebés y el vínculo piel con piel con sus progenitores. Un ejemplo de ello es el cuento: La aventura de Dido, el cangurito explorador, que recoge varias nanas específicas para bebés prematuros.

Cómo cantar las nanas

A la hora de cantar una canción de cuna, se puede optar por las nanas tradicionales o improvisar las melodías. Según Diego Salamanca, lo importante es la intención que se pone: transmitir cariño, amor, seguridad y tranquilidad.

El bebé acabará asociando ese momento musical con que está siendo cuidado, atendido y es querido, lo que le ayudará a desarrollar el vínculo con un mundo al que acaba de llegar y que le resulta extraño.

“Cuando el bebé es muy pequeño, la nana se puede tararear sin letra y con balanceo, ya que su estructura cerebral todavía no está preparada para comprender palabras, pero sí los sonidos”, comenta la psicopedagoga María José Lladó.

Esta experta asegura que la letra de las nanas puede componerse de forma personalizada para los niños, según lo que se vive en casa. De esa manera, se va creando la experiencia sonora del bebé como una rutina más que favorece su bienestar, porque, según Lladó, el ritmo de una nana se asemeja mucho al latido del corazón, que genera conexión con la vida y la protección. 

5 nanas para domirque harán las delicias de los niños

Arrorró mi niño

Arrorró mi niño,
arrorró mi sol,
arrorró pedazo
de mi corazón.
Este niño lindo
se quiere dormir
y el pícaro sueño
no quiere venir
Este niño lindo
que nació de noche
quiere que lo lleven
a pasear en coche
Este niño lindo
ya quiere dormir;
háganle la cuna
de rosa y jazmín.
Arrorró mi niño,
arrorró mi sol,
duérmete pedazo
de mi corazón.

A la nanita nana

A la nanita nana, nanita ella, nanita ella,
Mi niña tiene sueño, bendito sea, bendito sea.
A la nanita nana, nanita ella, nanita ella,
Mi niña tiene sueño, bendito sea, bendito sea.
Fuentecita que corre, clara y sonora,
Ruiseñor que en la selva, cantando y llora
Calla mientras la cuna, se balancea
A la nanita nana, nanita ella.

Ea la nana

Pajarito que cantas en la laguna
No despiertes al niño que está en la cuna.
Ea la nana, ea la nana
Duérmete lucerito de la mañana.
A dormir va la rosa de los rosales
A dormir va mi niño por que ya es tarde.
Ea la nana, ea la nana
Duérmete lucerito de la mañana.
Pajarito que cantas junto a la fuente
Cállate que mi niño no se despierte.
Ea la nana, ea la nana
Duérmete lucerito de la mañana.

Este niño tiene sueño

Este niño tiene sueño
Tiene ganas de dormir
Tiene un ojito cerrado
Y otro no lo puede abrir.
Lleva en el camino
Nieve en la heredad
Duérmete, mi niño
Que nevando está.
Este niño tiene sueño
Tiene ganas de dormir
Tiene un ojito cerrado
Y otro no lo puede abrir.
Lleva en el camino
Nieve en la heredad
Duérmete, mi niño
Que nevando está.

Los cerditos dormilones

Los cochinitos ya están en la cama,
muchos besitos les dio su mamá,
y calentitos los tres en pijama
dentro de un rato los tres roncarán.
Uno soñaba que era Rey
y de momento quiso un pastel
su real ministro hizo traer
quinientos pasteles nomás para él.
Otro soñaba que en el mar
en una lancha iba a remar
más de repente al embarcar
se cayó de la cama y se puso a llorar.
El más pequeño de los tres,
un cochinito, lindo y cortés
Éste soñaba con trabajar,
Para ayudar a su pobre mamá
Y así soñando sin despertar,
Los cochinitos pueden jugar
ronca que ronca y vuelve a roncar
Al país de los sueños se van a pasear.