Las mañanas pueden ser muy estresantes: preparar desayunos, elegir qué te vas a poner, ducharte, organizar todo lo que tienes que hacer… a eso se suma que conviene dejar la casa decente para que al llegar por la tarde no te encuentres un desastre y tengas que ponerte inmediatamente a ordenarlo antes de poderte relajar. Y todo ello (si no quieres levantarte muy temprano y perder horas de sueño) hay que hacerlo en muy poco tiempo.
Todo este caos matutino puede minar nuestra energía de buena mañana y hacer que empecemos la jornada estresados y de mal humor. Para disfrutar de más tranquilidad, orden y equilibrio al despertar (y durante todo el día) hay algunas cosas que puedes hacer la noche anterior y que te ayudarán a empezar el día con más fuerza.
Rutinas nocturnas de orden y limpieza
"Pequeñas acciones por la noche pueden marcar una gran diferencia al amanecer". Esto afirma la experta en orden y limpieza Leticia Pérez, autora del libro Ordena tu casa, tu mente y tu vida, que ha compartido en su perfil de Instagram (@ordenotucasa) 5 tips que no llevan demasiado tiempo pero que facilitan mucho el día.
1. Dejar puesto el lavavajillas
Aunque estemos cansados después de cenar, poner los platos en el lavavajillas y dejar la cocina organizada es algo que no debería llevar mucho tiempo, pero en cambio hace que la mañana sea más relajada.
Despertar con la cocina ordenada y los platos limpios no solo reduce el estrés visual, también crea una sensación de orden que contribuye a aumentar la serenidad y la concentración desde el inicio de la jornada.
Además, poner el lavavajillas por la noche suele coincidir con las horas de menor consumo de electricidad, con lo que puede contribuir a una factura más barata. Recuerda, no obstante, que pese a que el lavavajillas consume menos agua que limpiar a mano, para optimizar su uso conviene ponerlo cuando está lleno.
2. Preparar la ropa
A algunas personas, decidir qué ropa ponerse les lleva muchísimo tiempo, y es por ello que lo mejor para ahorrar estrés y minutos de buena mañana es hacerlo el día anterior, cuando es más posible que dispongas de tiempo para decidir con calma el look.
La ropa que llevamos no es una cuestión menor. Puede ser determinante en nuestra seguridad y autoconfianza e incluso mejorar el estado de ánimo y la perspectiva general del día.
Para preparar bien la ropa, no olvides consultar la previsión meteorológica y pensar en qué actividades vas a hacer (¿necesitas un look más formal o más cómodo y funcional?).
3. Planificar el próximo día
Algo que resta bastante energía de buena mañana, e incluso puede llegar a estresarnos, es pensar en todo lo que tenemos que hacer a lo largo del día. En cambio, si la noche anterior ya lo has pensado con calma, te ahorrarás quebraderos de cabeza.

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Es tan simple como dedicar unos minutos antes de ir a la cama a repasar todas las tareas u objetivos que deberías a llevar a cabo a lo largo del día. Anótalas en un papel o agenda (para esto van muy bien los planificadores diarios o semanales), organizándolo por horas y marcando como prioritario aquello que es imprescindible hacer.
Este simple gesto, que no debería llevarte más de 10 minutos, te ayudará a despejar la mente, reducir el estrés e irte a dormir con más tranquilidad sabiendo que lo tienes todo bajo control.
4. Ordenar el sofá
Algo tan simple como dejar el sofá ordenado puede tener un impacto sorprendente en cómo empezamos el día. Y es que despertar y ver el salón sucio y desordenado puede generar mucho estrés. En cambio, con el salón limpio y organizado ahorras tiempo y puedes concentrarte en las tareas matutinas que sí o sí hay que hacer (desayuno, ducha…) sin distraerte con el desorden visual.
Solo tienes que ahuecar los cojines, doblar las mantas y despejar la zona de cualquier desorden (juguetes, libros, platos…), algo muy simple que no llevará más de 5 minutos antes de terminar el día.
5. Ir pronto a la cama
Dormir las horas necesarias es esencial para que el cuerpo y la mente descansen y se regeneren y para empezar el día con más energía. Los expertos en sueño suelen recomendar dormir entre 7 y 9 horas cada noche, incluso los fines de semana. Para ello, hay que establecer un horario de sueño regular que se ajuste al ritmo circadiano.
Estas claves pueden ayudarte a conseguirlo:
- Realiza actividades relajantes antes de acostarte para indicarle a tu cuerpo que es hora de dormir: medita, escucha música relajante, lee un libro…
- Crea un ambiente agradable en tu dormitorio, con luz oscura, sin ruido y una temperatura ni demasiado calurosa ni demasiado fría (lo ideal son 20 C° - 21 C°).
- Evita la exposición a la luz azul de móviles y pantallas antes de acostarte, pues despierta y confunde a tu cerebro.
- Haz ejercicio por la mañana o a primeras horas de la tarde. Evita realizar actividades intensas cerca de la hora de dormir.
- Evita las comidas demasiado grasas, copiosas o con estimulantes para la cena.
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