El conocido dicho mens sana in corpore sano es aplicable a persona feliz, en casa sana. El hogar es uno de los espacios donde más tiempo pasamos; se trata de nuestro refugio, el lugar donde cargar las pilas y descansar. Pero también puede convertirse en una fuente de estrés. Hay varias formas de convertir el sitio donde vivimos en un territorio equilibrado y sano que nos aporte bienestar. Descubrimos cómo hacerlo, de la mano de Aitor López, consultor en armonización de espacios.

El efecto del hogar en el bienestar físico y emocional

Las casas también se estresan, como cuando hay caos o desorden. "Es el caso de cuando hay un exceso de muebles, cuadros u objetos colocados de una forma inadecuada o una carga electromagnética excesiva debido a aparatos como el router, la televisión o el ordenador", explica Aitor López, consultor en armonización de espacios (geobiología y Feng Shui).

Nuestra casa es nuestro reflejo y viceversa. De forma que, si el espacio que habitamos no está equilibrado, repercutirá en nuestro bienestar. Casi podríamos decir eso de dime dónde vives y te diré cómo te sientes: "Si estando tiempo en casa nos sentimos más cansados, irritados, tristes o débiles, en vez de reconfortados y a gusto, es señal de que en nuestro hogar la energía no está bien", explica López.

Las casas también alteran y lo hacen por diversas razones. “Hay alteraciones asociadas al lugar donde se encuentra la casa, que se denominan geopatías, como cuando está construida sobre una falla y se produce tensión en el terreno, pero también están las tecnopatías, debidas a un exceso de contaminación electromagnética. Es decir, lo sutil afecta más que lo obvio, como sería una cama entre una ventana y la puerta de la habitación, o un espejo enfrente de la cama, que rompe el flujo de la energía", añade el experto. 

Crear buena energía en el hogar

Cuando se adquiere un nuevo hogar y se quieren tener en cuenta aspectos energéticos que influyan de forma positiva en el espacio, se pueden tener en cuenta varios factores: "Realizar un estudio geobiológico y de Feng Shui para conocer la estructura energética del lugar o cómo orientar muebles, como la cama, para obtener un buen descanso, así como usar determinados colores que aporten serenidad, como los neutros, por ejemplo, el blanco o el verde", recomienda el especialista.

Los objetos que ponemos en casa también tienen su influencia, y es que el contenido del hogar es tan importante como el continente.  

"Los objetos se asocian a emociones, generalmente de manera inconsciente, lo que genera armonía o distorsión, por ejemplo, no es lo mismo un cuadro que transmite tristeza que alegría", recalca Aitor López. Incluso la energía de las personas que han habitado una casa puede dejar cierta huella en el espacio.

Hacer tu casa más relajante y alegre

Ciertas pautas ayudan a generar en el hogar una energía armoniosa y equilibrada que influya positivamente en sus moradores. El especialista en armonización del hogar destaca algunas:

  • Tener en cuenta la orientación de la cama. No hay una norma fija en este sentido, depende de cómo la persona se sienta. Si el objetivo es obtener una energía revitalizante, según el feng shui es recomendable tener el cabecero hacia el Este y hacia el Oeste si la persona es muy mental y ya está en su etapa adulta. 
  • La colocación de la cama también tiene su importancia. Si el espacio lo permite, conviene asimismo evitar colocar la cama entre una ventana y la puerta o un espejo que refleje el lugar donde se duerme, porque rompe el flujo de energía.
  • Utilizar los colores para lograr armonía. La amplia paleta de tonos que existe es una gran aliada para crear en el hogar determinadas sensaciones que favorezcan un espacio sano. Los colores neutros, como el blanco o el beige, desactivan o rebajan la energía, por lo que son recomendables en lugares como los dormitorios, donde se pretende obtener tranquilidad para descansar. Otros, como los tonos cálidos, activan la energía, la creatividad y la motivación para sociabilizar, como el amarillo o el naranja. Por ejemplo, en una misma estancia se pueden combinar ambas gamas (neutros y cálidos) para equilibrar y compensar a través de diferentes energías.
  • Usar aromas para crear espacios en calma. Hay ciertos aceites esenciales que con su olor generan determinadas sensaciones, como en el caso del jazmín, que calma y transmite confianza (recomendable para cuando la mente está hiperactiva). Por su parte, la lavanda armoniza los baños de la casa, y el laurel, la cocina. Para potenciar la sensación de confort, se pueden mezclar aceites esenciales de cítricos (limón, bergamota) y canela. 
  • Las lámparas de sal, pero que no sean eléctricas. Estos accesorios cumplen la función de equilibrar el ambiente, pero solo si no tienen bombilla ni cable, aunque siempre transmiten sensación de calma y confianza por su color ámbar.
  • Cuidar el espacio del baño. El aseo es un lugar importante de la casa y para mantener su armonía conviene tener siempre la tapa del inodoro bajada, ya que se considera un sumidero de energía por donde se va la abundancia y la prosperidad. También es aconsejable que esta estancia no esté muy oscura. Si no tiene luz natural o da a un patio interior, se puede colocar una bombilla led.  
  • Fuego para tener alegría en casa. El fuego (en una chimenea) o las velas ayudan a los habitantes del hogar cuando están tristes, porque eleva la energía.
  • Limpiar con sahumerios. Cuando se siente que el ambiente en casa está muy cargado, se puede hacer una limpieza quemando palo santo o purificar la casa con salvia (poniendo la intención en ello para potenciar el efecto).

¿Dónde está tu casa?

Al adquirir una nueva vivienda, el especialista Aitor López recomienda también evitar algunas localizaciones si se quiere tener en cuenta la influencia energética del entorno.

Ciertos lugares para vivir, como encima de un garaje, no son recomendables, ya que se considera que llega excesivamente la energía metálica de los coches. Debido a esta razón, en los países anglosajones suelen estar ubicados a un lado de la casa.

También conviene evitar lugares que estén sobre una gran superficie comercial, porque hay exceso de carga electromagnética, debido a maquinarias como las cámaras frigoríficas. Cuando la vivienda está ubicada en altura, como en un piso séptimo, también puede afectar al espacio la influencia de las ondas de las antenas de telefonía.