Los meteorólogos ya han pronosticado que España volverá a sufrir olas de calor en verano. En consecuencia, los sistemas de aire acondicionado se pondrán en marcha en todo el país. Pero muchos preferirán ahorrarse el coste del aire acondicionado recurriendo a los ventiladores.
Desde dispositivos alimentados por USB hasta ventiladores de techo, estos aparatos consiguen proporcionar una sensación de frescor favoreciendo la evaporación de la humedad en la superficie de la piel.
¿Un ventilador necesita mucha electricidad?
Por más refrescantes que sean los ventiladores, muchos se preguntarán si hacer funcionar un ventilador consume mucha energía. La respuesta es a la vez simple y complicada:
- Complicado porque la información exacta depende del dispositivo, el tiempo de uso, la potencia y el precio de la electricidad en cada momento.
- Simple porque cada fabricante tiene que proporcionar información sobre el consumo máximo de energía de sus dispositivos, que puede servir como base para una estimación.
Lo que cuesta utilizar un ventilador
La ley no exige que los ventiladores muestren una etiqueta energética como los frigoríficos o las lavadoras, donde aparece el consumo detallado y la eficiencia del aparato en comparación con la competencia. En el caso de los ventiladores, el consumidor tiene que hacer los cálculos a partir de la información que proporcionan los fabricantes.
El número de vatios, que suele aparecer en una pegatina o estar troquelado en el plástico del propio aparato, indica el llamado consumo máximo de energía, es decir, la cantidad máxima de energía que un dispositivo puede utilizar en un momento dado.
Como regla general para tus propios cálculos, hacer funcionar un aparato de 40 vatios durante 24 horas cuesta actualmente alrededor de 0,40 euros (a un precio medio por la electricidad de 0,16 euros/kWh).
Consumo de energía del ventilador en la práctica
Debes saber que es poco probable que un ventilador (como otros dispositivos eléctricos) funcione a su máximo rendimiento de forma permanente.
El valor de los vatios varía dependiendo de cómo se utiliza el dispositivo. Por ejemplo, muchos aparatos pueden funcionar con velocidades diferentes. Por este motivo, la información sobre potencia que se puede encontrar en el producto no es realmente adecuada para hacer una estimación realista sobre su consumo de energía.
La potencia exacta en un momento determinado sólo puede saberse mediante un contador de electricidad que se coloca en el enchufe y que se puede conseguir por unos diez euros.
Los modelos más vendidos
Si echamos un vistazo a los modelos más vendidos que se ofrecen actualmente en las tiendas online, los costes operativos son aproximadamente los siguientes (suponiendo un tiempo de funcionamiento de ocho horas con un promedio del 80% de la potencia máxima alcanzable y un precio de electricidad de 0,16 euros/kWh):
- Ventilador de techo: de 5 a 50 vatios: de 0,005 a 0,05 euros
- Ventilador de pie: de 15 a 70 vatios: de 0,015 a 0,07 euros
- Ventilador de mesa o de suelo: de 4 a 40 vatios: de 0,005 a 0,04 euros
- Ventilador de torre: de 45 a 60 vatios: 0,045 a 0,06 euros
Queda claro que el consumo de energía de los dispositivos y, por tanto, los costes resultantes, pueden variar mucho dentro de cada categoría de producto.
No obstante, una conclusión lógica es que los aparatos más pequeños consumen menos, pero su efecto también es menor. Quizá la mejor relación entre consumo y efecto se encuentra en los grandes ventiladores de techo.
Comparativa con otros dispositivos de refrigeración: ¿consume más o consume menos?
¿Y qué pasa con otros métodos de enfriamiento? ¿Cuánto cuestan?
- Un sistema de aire acondicionado split suele tener un consumo de energía de 1.000 vatios o más. Por lo tanto, consume mucha energía: si funciona durante ocho horas, costaría al menos 1,25 euros
- Los sistemas o dispositivos de aire acondicionado móviles también consumen mucha energía. Dependiendo del tamaño, puedes esperar 800 vatios o más, aunque el consumo puede variar mucho
¿Por qué "enfría" un ventilador?
La pregunta misma es errónea: un ventilador clásico no reduce en modo alguno la temperatura ambiente, algo que físicamente no puede hacer. Como tiene motor, incluso desprende algo de calor.
Lo que sucede es que el ventilador crea un flujo de aire que evapora la humedad de la piel. Transporta el aire húmedo lejos de nuestro cuerpo y lo reemplaza con aire seco que puede absorber más humedad. Esto es percibido por nuestro cuerpo como un bienvenido enfriamiento.