El ficus de hoja grande (Ficus elastica) pertenece al género Ficus y es un clásico entre las plantas de interior con hojas grandes. Aunque en los años 80 fue común en salones y oficinas, su popularidad decayó, pero hoy está de regreso.
En su hábitat natural, en India oriental e Indonesia, esta especie alcanza entre 20 y 25 metros de altura, con un tronco que puede medir hasta dos metros de grosor.
una gran planta de interior
Como planta de interior, el ficus de hoja grande crece entre 100 y 200 centímetros de alto y entre 80 y 100 centímetros de ancho, dependiendo de su ubicación y del tamaño de la maceta.
Sus hojas tienen una parte superior brillante, de color verde oscuro o amarillo, y una parte inferior de tono verde claro.
Las flores son raras en plantas cultivadas en macetas. Si recibe suficiente luz, el ficus desarrolla una copa ancha y ramificada. Sin embargo, en condiciones de iluminación deficientes, su brote central tiende a crecer sin ramificaciones.
El mejor sitio y la mejor tierra para el ficus
El ficus de hoja grande necesita un lugar luminoso o parcialmente sombreado, con temperaturas que no bajen de los 18 °C y sin corrientes de aire.
Como sustrato, es adecuado un suelo para plantas de interior o plantas verdes, preferiblemente con un alto contenido de fibra de coco y algo de arena o perlita para mejorar el drenaje.
En verano, puede trasladarse al balcón o terraza, siempre en sombra parcial para evitar que sus hojas se quemen.
RIEGO Y FERTILIZACIÓN del ficus
Los errores de riego son comunes. El ficus debe regarse moderadamente, solo cuando la superficie del suelo esté seca. Un exceso de agua provoca pudrición de raíces y caída de hojas.
Para evitar el encharcamiento, es útil sumergir ocasionalmente el cepellón en agua hasta que se empape. Luego se puede volver a colocar en su sitio, permitiendo que se alimente de la tierra húmeda durante más tiempo.
En primavera y verano, fertiliza cada dos semanas con un abono para plantas verdes.
CUIDADOS específicos para el ficus
Las hojas grandes del ficus acumulan polvo fácilmente, afectando su apariencia. Para limpiarlas, puedes llevar la planta a la ducha, cubriendo la maceta con una bolsa para evitar mojar la tierra.
Después, seca las hojas con un paño suave para prevenir manchas de cal. También puedes frotarlas con un paño humedecido en cerveza para devolverles su brillo.
Trasplante cada dos años
Los ficus jóvenes crecen rápido si tienen buena iluminación, por lo que deben trasplantarse a una maceta más grande cada dos años en primavera. Las plantas más viejas solo requieren trasplante cada cuatro o cinco años.
El ficus tolera bien la poda. Si no se ramifica de manera natural, puedes cortar el brote central sobre una hoja para estimular el crecimiento lateral. Sin embargo, esto solo funciona bien en lugares con luz abundante, como una ventana orientada al sur.
Si es posible, realiza la poda al aire libre, ya que su savia lechosa mancha las alfombras y la ropa. Deja que la secreción se seque antes de volver a introducir la planta en casa.
ENFERMEDADES Y PLAGAS
En general, el ficus de hoja grande es resistente a plagas y enfermedades. Sin embargo, ocasionalmente puede sufrir infestaciones de cochinillas o moscas del mantillo.
Detecta el problema si las hojas se secan y amarillean. Aísla inmediatamente la planta de las demás para evitar contagios.
El aceite de neem es efectivo contra las cochinillas. También puedes usar una mezcla de un aceite vegetal, agua y unas gotas de detergente ecológico (con certificado Ecocert). Rocía las hojas afectadas y enjuaga cuidadosamente para combatir la plaga.