París acaba de inaugurar sus Juegos Olímpicos, la edición número 33 de la mayor competición deportiva del mundo. Unos Juegos que, según han asegurado los organizadores, serán los más sostenibles de la historia.
Entre las iniciativas ecológicas que más han llamado la atención están las camas en las que dormirán los atletas que se alojarán en la Villa olímpica: están elaboradas con cartón, son sostenibles y fomentan el rendimiento deportivo, pero también tienen algunos inconvenientes.
Vuelven las camas de cartón a las Olimpiadas
Aunque pueden parecer algo novedoso por la atención que han recibido tanto por parte de los medios de comunicación como de los propios deportistas, lo cierto es que las camas de cartón ya estuvieron presentes en la pasadas Olimpiadas de Tokio 2020 (que se aplazaron debido a la pandemia y se celebraron finalmente en 2021) y ya entonces llamaron mucho la atención.
Se trata de unas camas sostenibles y ajustables: el largo de su base, de cartón reciclable y biodegradable, se puede ajustar según la altura de cada deportista.
El colchón, elaborado con un tipo de polietileno lavable, consta de tres módulos (para la zona cervical, la de la cadera y las piernas) que se pueden girar para cambiar de firmeza según las preferencias de cada persona.
En los días previos al inicio de los Juegos Olímpicos de París, han sido muchos los deportistas que han compartido en las redes sociales videos mostrando las camas, e incluso poniendo a prueba su resistencia.
En este vídeo colgado en su cuenta de TikTok, el skater sudafricano Brandon Valjalo nos muestra cómo son:
Pero más allá de la curioso que pueda resultar este mobiliario, las camas de cartón son una muestra más del compromiso con la sostenibilidad y el medioambiente de los Juegos Olímpicos de París 2024.
Compromisos ecológicos de los Juegos Olímpicos de París 2024
La organización de los Juegos Olímpicos de París 2024 se comprometió a hacer de estos los Juegos lo más sostenibles de la historia. Un evento de una magnitud tan grande como esto genera una huella de carbono muy considerable, y es por ello que todas las medidas para reducirlo son bienvenidas.
Entre sus compromisos está la reducción de las emisiones de carbono a menos de la mitad que en anteriores ediciones, es decir, que no superen los 1,5 millones de toneladas de emisiones de CO2. Además, esperan poder compensar estas emisiones en los meses siguientes a los Juegos invirtiendo en proyectos que eviten o capturen la misma cantidad de CO2 emitida.
Las camas de cartón que se usaron en Japón cumplen con estos compromisos: su elaboración reduce las emisiones de carbono y son reciclables, con lo que generan menos residuos. Es por ello que las hemos vuelto a ver en esta ocasión.
Las produce la misma empresa que ya hizo las de Tokio, la japonesa Airweave, dedicada a la fabricación de productos ecológicos de alta calidad.
El mayor inconveniente de las camas de cartón
Usar camas de cartón es, sin duda, una interesante iniciativa que se suma a la misión de proteger el medioambiente y y luchar contra el cambio climático, pero no están exentas de críticas. La principal es que muchos creen que solo soportan el peso de una persona, por lo que no serían adecuadas para dormir en pareja ni para el movimiento que implican las relaciones sexuales.
Esto ya hizo que en los pasados Juegos de Tokio fueran conocidas como "camas antisexo". Debemos recordar que en aquella ocasión acababa de pasar lo peor de la pandemia y se cree que uno de los objetivos de estas camas era disuadir al máximo el contacto entre los atletas para evitar el contagio de la Covid 19. En el caso actual, apostar por las camas de cartón responde más al compromiso ecológico.
Otra de las medida para ello es, por ejemplo, la eliminación los sistemas convencionales de aire acondicionado en la Villa olímpica, que se enfría mediante un sistema de tuberías de agua situadas debajo del suelo.