La alcachofa es una de las verduras de invierno más esperadas. La encontrarás en los mercados entre noviembre y marzo y puedes incorporarla a infinidad de recetas (simplemente al horno con un poco de limón, en arroces, con legumbres, acompañando guisos…).
Sin embargo, hay algo que echa para atrás a la hora de preparar las alcachofas: es difícil limpiarlas y a menudo nos quedan hojas duras, lo que puede estropear cualquier receta.
Afortunadamente, hay trucos que te ayudarán a limpiarlas fácilmente para que las puedas aprovecharlas al máximo.
¿Por qué hay que limpiar las alcachofas?
Cuando hablamos de limpiar las alcachofas nos referimos a eliminar las hojas de la parte externa de esta verdura, que son las más duras, y dejar solo la parte de la planta más tierna para que luego, al cocinarla de la forma que queramos, quede tierna y deliciosa.
Limpiar las alcachofas puede ser una tarea tediosa, pero no solo es necesario para eliminar las hojas duras, también lo es porque para el cultivo de la alcachofa a menudo se usan pesticidas, que pueden dejar rastros en las partes más externas de la planta (por este motivo siempre es más recomendable, también, optar por frutas y verduras de cultivo ecológico).
Además, en la parte externa de la alcachofa pueden quedar restos de tierra que conviene eliminar.
Cómo limpiar las alcachofas
Hay diversas formas de limpiar las alcachofas y hoy te mostraremos dos diferentes y muy sencillas que propone la periodista y foodie Sabina Banzo en su perfil de TikTok.
Antes de empezar, conviene limpiar la superficie externa de las alcachofas de los posibles restos de tierra bajo el grifo con abundante agua y frotándolas suavemente con las manos.
Vemos paso a paso los dos mejores métodos para limpiar las alcachofas:
1. Método tradicional para pelar las alcachofas
El primer método es el más tradicional y consiste en quitar las hojas externas una a una a mano. Sigue estos pasos para hacerlo bien:
- En un bol, pon abundante agua fría (con unos cubitos de hielo) y un chorro de limón, que evitará que las alcachofas se oxiden y se pongan de color marrón. Y es que el limón contiene ácido cítrico, que actúa como un antioxidante natural y ayuda a mantener el color verde vibrante de las alcachofas.
- Ve eliminando a con las manos las hojas más externas de la alcachofa hasta que quede el centro, de color más amarillo.
- Con la ayuda de un cuchillo, pela la base y el tallo de la alcachofa.
- Corta el tallo y resérvalo en el agua con limón (es comestible y puedes emplearlo en muchas recetas: cortado a trocitos para hacer una tortilla, rebozado y frito, en arroces…).
- Elimina la punta de arriba, que suele ser más dura.
- A medida que vayas teniendo los corazones de alcachofa limpios, colócalos rápidamente en el agua con limón para evitar que se oxiden.
2. Método fácil para limpiar las alcachofas
Con el método tradicional, quitar las hojas puede ser difícil y las manos (si no usas guantes) te quedarán marrones. En cambio, con el segundo método que verás a continuación podrás retirar las hojas externas de la alcachofa de forma mucho más fácil. Sigue estos pasos:
- Pon las alcachofas limpias, pero sin pelar, en una olla con agua hirviendo durante 40 minutos.
- Pasado ese tiempo y cuando tengan un color verde más amarronado, retíralas del fuego, sácalas del agua y deja que se enfríen un poco.
- Ya puedes pelarlas: verás que las hojas salen muy fácilmente, sin necesidad de hacer ningún tipo de esfuerzo.
Para conservar las alcachofas durante semanas, Sabina Banzo recomienda cortarlas, ponerlas en un bote limpio con la misma agua de la cocción y cerrarlas al vacío.
Cómo elegir las alcachofas
Al comprar las alcachofas, hay algunas cosas en las que conviene fijarse para que salgan deliciosas al cocinarlas:
- Que estén firmes: hay que comprobar que las alcachofas pesan para su tamaño y que son firmes al tacto. Esto significará que están frescas.
- Que tengan las hojas cerradas: fíjate que, en el centro, las hojas están apretadas y compactas. Las alcachofas con las hojas abiertas es probable que sean más viejas y duras.
- Que tengan buen color: las alcachofas deben ser de color verde vivo. Si las hojas tienen un tono amarronado ya no estarán en su punto óptimo.
- Que el tallo sea fuerte: las alcachofas suelen venderse con un trozo de tallo que no debes tirar, como decíamos antes es perfectamente aprovechable para muchas recetas, además de delicioso. Debes fijarte en que sea firme y no esté marchito.
Para prolongar la frescura de las alcachofas en casa, corta una pequeña rodaja del tallo y rocíala con agua antes de guardarlas en la nevera.
Cómo cortar las alcachofas
Una vez tengas las alcachofas limpias y listas para cocinar, llega el momento de cortarlas y el tipo de corte dependerá de la receta que vayas a preparar. Puedes usarlas enteras, abriendo un poco las hojas y eliminando con la ayuda de una cuchara las partes fibrosas del centro, pero también puedes cortarlas de diferentes formas para resaltar el sabor de cada plato.
Estas son algunas de las opciones de corte más útiles:
- Alcachofas cortadas por la mitad: simplemente tienes que cortar la alcachofa limpia por la mitad a lo largo y quitar la parte fibrosa del centro. Los trozos grandes, como en este caso, quedan muy bien en recetas en las que la alcachofa tiene gran protagonismo, como por ejemplo en unas alcachofas hervidas al limón.
- Alcachofas cortadas en cuartos: corta las alcachofas por la mitad como hemos descrito antes y, a continuación, coloca cada mitad con el lado cortado hacia abajo y vuelve a cortar verticalmente para crear cuartos. Este tipo de corte es ideal para platos en los que la alcachofa tiene un papel importante, pero hay otros ingredientes que también destacan, como un risotto con alcachofas o unas alubias con alcachofas.
- Corazones de alcachofa: la parte más tierna y sabrosa de la alcachofa, que se consigue retirando todas las hojas externas hasta llegar al centro de la verdura, puedes usarla en recetas en las que la alcachofa es el ingrediente estrella, como unas alcachofas a la sidra.
En nuestro artículo "Recetas con alcachofas fáciles y saludables" encontrarás diversas recetas con alcachofas que están para chuparse los dedos.
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