¿Eres de esas personas que siempre están luchando contra el desorden? ¿Sientes que no tienes suficiente espacio para guardar tus cosas? La perfección no existe, pero podemos acercarnos si tenemos en cuenta algunos consejos y hábitos en nuestro hogar.
Esa es la propuesta de Teresa Fernández, autora de Armonía de hogar (editorial Planeta). Esta experta en orden y limpieza, y madre de familia numerosa, comparte desde hace años en su cuenta de Instagram @armoniadehogar todos sus conocimientos sobre organización y optimización de espacios de una manera sencilla y práctica para que logremos soluciones reales y consigamos mantener nuestra casa ordenada. Aunque siempre recuerda antes de empezar que “el orden perfecto no existe”.
¿Cuáles son los beneficios para la salud mental de tener una casa en orden? ¿Qué es lo primero que vamos a notar?
En mi opinión, el mayor beneficio es la paz mental que nos aporta tener una casa organizada. El saber dónde tenemos cada cosa, dónde buscarla y encontrarla es algo que yo valoro mucho… por no hablar del tiempo que ahorramos. Además, el orden en casa hace posible y más sencillo que los miembros de la familia o los habitantes de ese hogar puedan mantenerlo sin problema, lo que hace que la convivencia sea mejor.
Hay muchas personas que no consiguen poner orden en casa. ¿Habría quizá que poner primero poner orden en nuestra vida?
Bueno, en realidad el orden interior (de nuestra vida) y el orden exterior (de nuestro hogar) van de la mano. Una vez tengamos orden en nuestro hogar, en nuestro trabajo, etc., será más fácil llevar una vida ordenada. No quiero decir que sea sencillo, y que una vez que ordenes tu dormitorio todo vaya a ir sobre ruedas, pero está unido.
¿Por dónde empezamos?
Para mí la clave es reducir la cantidad de cosas que tenemos. El principal motivo del desorden es la acumulación de cosas que no usamos. Esto lleva a tenerlo por el medio: por un lado, no nos es posible tenerlo bien organizado en los armarios que tenemos en casa por falta de espacio y, por otro, la desmotivación por ordenar aumenta, ya que, por mucho que nos empeñemos en lograr un orden, no lo logramos. Ten lo que usas, no más.
"El apego, la pena de dar algo, el "por si algún día me hace falta", etc., son nuestros peores enemigos"
"Tener solo lo que usas" parece fácil de decir, pero no tan fácil de hacer...
Sí, parece tan fácil... pero para mí y para la mayoría de la gente es la tarea más complicada. El apego, la pena de dar algo, el "por si algún día me hace falta", etc., son nuestros peores enemigos a la hora de desprendernos. En mi caso, yo llevo a cabo esta tarea los días en los que no me da pena tirar o donar cosas. En cambio, hay días en los que todo me da pena y me es imposible.
La manera más sencilla es ir armario por armario para no agobiarnos y vaciarlo por completo. Una vez que tengamos todo fuera, clasificamos en sí y en no. Los por si acaso llévalos al no. Estoy segura de que no los vas a usar…Una vez que hagamos esta tarea, todo es más sencillo.
No siempre es sencillo superar ese "por si acaso"...
Una buena opción es realizar esta tarea con alguien de confianza que te conozca y te ayude a desprenderte de lo que objetivamente no has usado apenas ni vas a volver a usar.
"Una regla que es que, por cada prenda que entra en tu armario, sale otra"
Vaciar y tirar servirá de poco sino dejamos de comprar compulsivamente. ¿Algún consejo?
El tema de las compras es un tema aparte que creo que tiene mucho que ver con todo esto. Hay una regla que es que, por cada prenda que entra en tu armario, sale otra. En mi opinión, la clave es comprar con cabeza, conscientemente, y esto se consigue de la siguiente forma: armario ordenado, veo lo que tengo, uso lo que tengo, sé que no tengo, sé qué necesito y compro solo lo que necesito.
Muy bien, hemos empezado por los armarios, los hemos vaciado y nos hemos propuesto comprar solo lo necesario, pero... ¿cómo mantenemos el armario ordenado? ¿Qué pasa si tenemos realmente poco espacio?
Haz un mini estudio de tu armario y decide dónde guardar cada cosa. En el caso de la ropa piensa cómo vas a guardar cada tipo de prenda: doblada, colgada...
En caso de que haga falta, puedes hacer mini cambios en tu armario de una manera sencilla: añadir una cajonera, quitar o añadir una barra para poder colgar más prendas, etc. Hacer uso de accesorios de orden como cestas, cajas o separadores me parece clave para mantener ese orden por más tiempo. Por mucho que metamos cosas en un cajón, si acaba todo mezclado y no hay clasificación según tipo de prenda o producto, ese orden no va a resultar cómodo ni práctico.
El etiquetado es también importante para saber qué hay en cada caja.
Y por último, a excepción de que tengas un armario vestidor que te lo permita, no tengas la ropa de las 4 estaciones en el armario: guarda la ropa de otra temporada en zonas de menor accesibilidad, como un altillo, el trastero o el canapé de la cama.
"(Cuando se convive con otros) recomiendo tener mucha paciencia e intentar armonizar el hogar poco a poco"
Cuando se convive con más personas bajo el mismo techo puede resultar más difícil mantener el orden. ¿Algún consejo?
Eso, hasta que me fui de casa de mis padres, ha sido para mí lo más difícil. Ahora que soy madre de familia he tenido la oportunidad de inculcar la importancia del orden en mis hijos desde muy pequeños y se agradece mucho. En caso de que esto no sea posible, recomiendo tener mucha paciencia e intentar armonizar el hogar poco a poco de manera muy sencilla y clara.
Por ejemplo, en una casa de campo de mi familia política por la que pasa mucha gente opté por poner etiquetas en cada balda de la cocina. Al no haber un sitio para cada cosa establecido, cada persona dejaba lo que le parecía donde le parecía.
Una vez está todo etiquetado, se puede mantener el orden, pues todos los que viven bajo ese mismo techo solo tienen que seguir indicaciones: en este cajón los manteles, en esta balda las fuentes, etc.
La distribución es importante, tal y como explicas. ¿Qué es lo que no deberíamos hacer para mejorar la armonía y orden en casa? ¿Qué errores habituales te has encontrado a lo largo de los años que llevas dedicándote a esto?
Una de las cosas que más dificultan el orden es que establezcamos sitios inadecuados para cada cosa. Lo que más he visto en las casas en las que he ordenado es, por ejemplo, que en muchas cocinas los cajones más altos y accesibles están ocupados por cosas de muy poco uso, como manteles de la mesa del comedor, libros de cocina que no se usan o gadgets de cocina que nadie utiliza, mientras que las cosas de más uso -como la vajilla, sartenes o cubiertos de diario- están en los cajones o baldas más inaccesibles o más alejados del núcleo de la cocina.
Una cosa que hago siempre a la hora de empezar a ordenar es empezar por lo de más uso y terminar por lo que menos. Así nos aseguramos que los mejores sitios, como baldas y cajones, son para lo de más uso.
"Para mantener el orden, en vez de ordenar, devuelve cada cosa a su sitio una vez no la vayas a usar más"
¿Qué rutinas podemos llevar a cabo que facilitan el orden cada día?
Te diría que lo que nos va a ayudar a mantener el orden, en vez de ordenar, es devolver cada cosa a su sitio una vez no la vayas a usar más.
Con la ropa pasa mucho: llegas a casa y dejas el abrigo, el jersey, la bufanda, etc., encima de la silla en vez de colgar y guardar cada prenda. Una vez tenemos ropa en la silla es como si se hubiera abierto la veda y ya pudiéramos dejar sobre ella toda la ropa de la semana… Todos sabemos la pereza que da ponerse a ordenar toda esa ropa de la semana, por no hablar de que ya no sabes qué está limpio y qué hay que echar a lavar, o de que la ropa así se arruga mucho más... En cambio, si nada más llegar a casa cuelgas el abrigo en el armario de los abrigos, doblas el jersey y lo guardas en su cajón o lo echas a lavar en caso de que sea necesario, guardas la bufanda en su sitio, etc., ya no tienes que ordenar. Ese fin de semana no tendrás que dedicarte a devolver la ropa de 5 días a su sitio, pues lo has ido haciendo poco a poco y ¡tu silla está libre!