Si sientes que tu salón no te acaba de convencer, no es el espacio acogedor y funcional que esperabas o simplemente no logras relajarte del todo en él, no siempre significa que necesitas muebles nuevos. Muchas veces, el problema no es lo que tienes, sino cómo lo has organizado.

La interiorista Ana García (@anagarciainteriorista) nos comparte los errores de distribución más comunes y sus soluciones para transformar tu salón sin necesidad de grandes cambios.

1. No respetar las zonas de paso

Uno de los errores más frecuentes en la distribución de un salón es no dejar suficiente espacio para moverse con comodidad. Para que el espacio fluya bien y no se sienta abarrotado, es fundamental respetar las zonas de paso.

Si hay demasiados muebles juntos y no puedes caminar libremente sin esquivar esquinas o moverte con dificultad, tu salón perderá funcionalidad.

Esto también influye en la percepción visual: un espacio congestionado parece más pequeño de lo que realmente es, lo que puede generar una sensación de agobio.

Solución:

  • Asegúrate de dejar al menos 80 cm de espacio entre los muebles principales (sofá, mesa de centro, sillas, aparadores) para que las personas puedan circular sin dificultad. Si todo está demasiado junto, el salón no solo se verá más pequeño, sino que también resultará incómodo de usar en el día a día.
  • Si tu salón es pequeño y tienes dificultad para respetar estas medidas, opta por muebles más ligeros visualmente, como mesas de centro con cristal o sofás con patas elevadas, que permiten ver más suelo y dan una sensación de amplitud.

2. Colocar el sofá en el sitio equivocado

Salón natural
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El sofá es el corazón del salón, y su ubicación influye en la sensación de equilibrio y armonía del espacio. Ubicarlo en un lugar inadecuado puede hacer que la habitación se sienta desordenada o poco acogedora.

Colocar el sofá de espaldas a una ventana, por ejemplo, puede bloquear la entrada de luz natural y hacer que el espacio se vea más oscuro de lo necesario. Del mismo modo, ubicarlo en una esquina sin relación con el resto del mobiliario puede hacer que el salón se sienta desequilibrado.

Soluciones: 

  • Aprovecha la luz natural: Coloca el sofá de manera que reciba la mayor cantidad de luz posible sin bloquear ventanas.
  • Orienta el sofá hacia un punto focal: Puede ser la televisión, una chimenea, una obra de arte o incluso una vista bonita desde la ventana.
  • Evita ubicarlo flotando sin estructura: Si el sofá está en medio de la habitación sin apoyo visual, una consola o un mueble bajo detrás puede ayudar a dar cohesión al espacio.
  • Si tienes un salón grande, puedes probar una disposición en “L” o en “U” para favorecer la conversación y aprovechar el espacio al máximo. En cambio, si tu salón es pequeño, asegúrate de que el sofá no obstaculiza las entradas de luz ni las zonas de paso.

3. No agrupar los muebles correctamente

salón con alfombra
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Otro problema común es no crear una disposición de mobiliario que fomente la conversación y la comodidad. En salones grandes, los muebles suelen quedar demasiado separados, haciendo que el espacio se sienta frío y sin cohesión. En los más pequeños, a veces se amontonan sin una estructura clara.

Si los sofás y sillones están demasiado alejados, se pierde la sensación de calidez y unidad. Por otro lado, si los muebles están demasiado juntos, puede dar una impresión de desorden y resultar incómodo para moverse dentro del espacio.

Soluciones: 

  • Usa una alfombra amplia: Delimitará visualmente la zona de estar y hará que el conjunto se vea más acogedor. La regla básica es que las patas delanteras de los sofás y sillones queden sobre la alfombra.
  • Complementa con mesas auxiliares y lámparas: Estos elementos ayudan a estructurar el espacio y hacerlo más funcional.
  • Evita que el mobiliario "flote" sin conexión: Agrupar sofás y butacas en torno a una mesa de centro crea una zona de conversación natural.
  • Un truco para lograr armonía es usar muebles de diferentes alturas: una mesa de centro baja, una lámpara de pie alta y algunos cojines en el sofá pueden generar dinamismo visual sin sobrecargar el espacio.

Pequeños ajustes pueden transformar la manera como percibes y disfrutas tu hogar. Siguiendo estos consejos de la interiorista Ana García, podrás transformar tu salón en un lugar cómodo, funcional y armónico sin necesidad de grandes inversiones.

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