Si echas un vistazo a las etiquetas de los detergentes comerciales, encontrarás muchos términos incomprensibles. Son enzimas, blanqueadores ópticos, aromas y aditivos de los cuales bastantes pueden ser perjudiciales para la piel, el sistema hormonal y el medioambiente.
Además, muchos de estos productos están empaquetados en plástico, lo que incrementa el impacto ambiental.
Por eso es una buena idea pasarse al detergente casero. Así no solo sabes exactamente con qué lavas la ropa, sino que además al final del año ahorrarás una cantidad importante de dinero. Hacer tu propio detergente es sencillo, económico y respetuoso con el medioambiente.
Detergente líquido para lavadora casero
Para hacer tu propio detergente, necesitas los siguientes ingredientes:
Ingredientes:
También necesitarás los siguientes materiales de trabajo:
- Recipientes vacíos (o botellas de vidrio) para tu detergente para ropa casero
- 1 palangana grande
- Batidor
- 1 rallador de cocina
- 1 olla para hervir el agua o un hervidor
Elaboración:
- Ralla finamente el jabón con un rallador de cocina y mézclalo bien con el bicarbonato de sodio en un recipiente. Luego vierte un litro de agua hirviendo y revuelve vigorosamente la mezcla hasta que el jabón se haya disuelto por completo.
- Deja que la mezcla de jabón se enfríe durante aproximadamente una hora; esto creará una masa parecida a un pudín.
- Ahora puedes volver a hacer la mezcla líquida con un segundo litro de agua hirviendo. Es importante remover vigorosamente hasta que el jabón se haya vuelto a disolver por completo.
- De nuevo debes dejar que la mezcla líquida se enfríe completamente hasta que se vuelva un poco más parecida a un gel. En el último paso puedes añadir el tercer litro de agua y volver a remover enérgicamente.
- Finalmente, todo lo que tienes que hacer es agregar lentamente el ácido cítrico a tu detergente casero y, si lo deseas, unas gotas de aceite esencial.
- Deja reposar el detergente brevemente hasta que se haya enfriado un poco. Finalmente, viértelo en los recipientes vacíos. El jabón casero está listo para usarlo durante los próximos meses.
Un pequeño consejo: dependiendo de lo sucia que esté tu ropa, puedes utilizar una o dos tapas de detergente casero por ciclo de lavado.
Antes de cada uso conviene agitar brevemente la mezcla. En función de la temperatura de la habitación, se pueden formar pequeños grumos que puedes deshacer.
Trucos y consejos
- El ácido cítrico y el bicarbonato pueden reaccionar juntos y formar mucha espuma. Si quieres evitar que esto suceda, puedes omitir el ácido cítrico de la receta y agregarlo por separado en cada ciclo de lavado, aunque es más aparatoso.
- Si la mezcla se vuelve más firme, puedes dividirla en porciones sin problema alguno con una cuchara. Si, por lo contrario, el detergente resulta que se ha hecho demasiado líquido, deberás agitarlo bien antes de usarlo para que se mezclen bien todos los ingredientes y tenga una mayor densidad.
- Como sustituto del suavizante puedes agregar un chorrito de vinagre en el cajetín correspondiente. No te preocupes por el olor a vinagre porque se desvanece rápidamente.
- Además, es importante almacenar el detergente casero en un lugar fresco y seco para preservar su efectividad. Si notas que la mezcla pierde consistencia con el tiempo, simplemente remuévela bien o caliéntala ligeramente para homogeneizarla de nuevo.
- Puedes experimentar con diferentes aceites esenciales para personalizar el aroma según tus preferencias.
Este detergente no solo es ideal para quienes buscan alternativas sostenibles, sino también para personas con piel sensible, ya que evita los químicos agresivos de los productos comerciales. Recuerda que, con un pequeño esfuerzo, contribuyes a un estilo de vida más respetuoso con el planeta y ahorras significativamente a largo plazo.