A finales del verano, numerosas plantas perennes nos impresionan con sus coloridas flores. Las clásicas incluyen dalias, ásteres y crisantemos.

También hay algunas flores bulbosas, plantas leñosas y hierbas ornamentales con un gran atractivo estético. Te presentamos tres especies encantadoras que probablemente no conoces.  

1. Azucena de Guernsey

Las flores rosadas de la azucena de Guernsey (Nerine bowdenii, en la foto más arriba), recuerdan a primera vista a flores de lirio muy delicadas, pero en realidad pertenecen a la familia de las amarilis (Amaryllidaceae).

Debido a su período de floración tardía, de septiembre a octubre, son una ventaja y un regalo para la vista para cualquier jardín.

Como en su tierra natal sudafricana, esta planta se siente más cómoda en un lugar cálido, soleado y bien protegido.

Lo ideal es que el sustrato sea humus y que posea un buen drenaje para que no se produzcan encharcamientos. Si no vives en una región con inviernos bastantes suaves, lo mejor es cultivar esta planta de bulbo en macetas en el balcón o en la terraza.

Después de la floración, simplemente hay que dejarla en casa en un lugar fresco a unos 10 ºC, así pasará el invierno sin problemas.

Durante su fase de reposo, la azucena de Guernsey no necesita ser regada ni fertilizada, sin embargo, cuando está en floración, necesita mucha agua y fertilizante semanal.

Clerodendrum trichotomum

Clerodendrum trichotomum

 

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2. Árbol del destino

El árbol del destino (Clerodendrum trichotomum) también aporta un bonito toque de color al jardín en septiembre.

El arbusto de la familia de las verbenas (Verbenaceae) desarrolla sus flores blancas ya en agosto. Su aspecto es aún más espectacular después del período de floración en octubre. Luego desarrolla bayas esféricas de color turquesa rodeadas de sépalos rojos brillantes.

Para poder disfrutar realmente de las fragantes flores y extraordinarios frutos, se recomienda plantarlo cerca de un banco de jardín o de una zona para sentarse.

Lo ideal es un lugar soleado y protegido en el jardín. En cuanto al suelo, este arbusto originario de Asia es poco exigente, tolera cualquier suelo bien drenado, entre seco y fresco.

Los árboles del destino jóvenes se protegen en invierno con una gruesa capa de hojas o matorrales. Los árboles en macetas pasan el invierno en el invernadero o en el jardín de invierno.

Peniseto

Peniseto

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3. Peniseto

La hierba peniseto (Pennisetum alopecuroides) con sus esponjosas inflorescencias en forma de púas, que se forman de agosto a octubre, recuerda a pequeños cepillos para botellas.

Lo bueno es que las especies de la familia de las gramíneas dulces (Poaceae)suelen adornarse con espigas florales hasta bien entrado el invierno.

Por lo tanto, la hierba ornamental no se debe podar hasta la primavera. Elige un lugar soleado y protegido para el peniseto y asegúrate de que el suelo esté bien drenado, sea rico en nutrientes y humus y se mantenga fresco o húmedo.

Esta magnífica planta queda muy bien aislada en el jardín, formando un macizo perenne. Puedes combinarlo con plantas de floración tardía como el helenio (Helenium) o la menta de gato (Nepeta).

Otras plantas que florecen en septiembre

Además de estas tres hermosas especies, puedes elegir para enriquecer tu balcón o tu terraza algunas de las plantas que muestran sus bellezas florales al comienzo del otoño, como el crisantemo, la dalia, el girasol, la amapola, el crocus, la camelia, la caléndula, el ciclamen, la gazania, el hibisco, la salvia, la margarita o el lirio de San Juan.