¿Tienes muebles antiguos que no acaban de encajar en tu estilo? ¿Quieres volver a usar unas sillas que han quedado anticuadas? ¿Buscas actualizar la decoración de tu casa? La chalk paint o pintura a la tiza puede ser una gran aliada. Te permitirá de desplegar tu creatividad para dar una nueva vida a tus muebles y tu hogar de forma ecológica sin derrochar nuevos recursos materiales.
¿Qué es la pintura a la tiza o chalk paint?
La pintura a la tiza, que se conoce más por su nombre en inglés, chalk paint, es una pintura decorativa que se ha popularizado por su fácil aplicación y porque da un especial aspecto mate o satinado a los muebles o superficies. Suele usarse para lograr efectos decorativos como los estilos shabby chic (que combina elementos antiguos y modernos) o vintage.
Se trata de una pintura al agua que tiene como uno de sus componentes principales el carbonato de calcio (hasta el 50%). Aunque anteriormente ya se había pintado con mezclas de tiza, fue la artista Annie Sloan quien en 1990 lanzó esta pintura al mercado con su fórmula patentada. Desde entonces, muchas marcas han lanzado sus pinturas a la tiza (aunque muchas veces con fórmulas no tan naturales y ecológicas como la original).
Se puede utilizar en interiores o exteriores y en diversas superficies, como madera, metal, melamina, hormigón, ladrillo, vidrio… incluso telas. Una de sus principales ventajas es que se aplica sin necesidad de una gran preparación previa del elemento a pintar. Además, suele ser espesa, por lo que normalmente no se precisan muchas capas.
Por otro lado, al ser una pintura al agua, es posible lavar los utensilios con jabón, no hace falta aguarrás.
Cómo utilizar la pintura a la tiza o chalk paint
La pintura a la tiza, como decíamos, se puede utilizar diversas superficies, tanto en interiores como en exteriores, y es esta versatilidad, junto con su fácil aplicación, lo que la ha convertido en la estrella de los proyectos de decoración y de restauración de muebles.
A diferencia de lo que ocurre con otras pinturas, para utilizar la chalk paint no suele ser necesario preparar la superficie con decapado, lijado o imprimado. Solo tendrás que limpiar bien la pieza con agua y jabón para eliminar la suciedad.
Hay que remover bien la pintura y aplicarla directamente sobre la superficie con una brocha o rodillo, asegurándote de que cubre bien toda la pieza. Cuando la primera capa esté seca al tacto, conviene aplicar una segunda capa de la misma forma.
Si lo prefieres, también puedes aplicarla como un lavado, es decir, muy diluida y dejando ver la madera o usar texturas o estampados mediante rodillos especiales. Las posibilidades son infinitas, solo hay que dejar volar la imaginación.
Una vez que la pintura esté completamente seca, conviene aplicar barniz o cera (transparente o de color) para sellar y proteger la superficie y darle un precioso acabado.
El principal “pero” de este tipo de pinturas es que no es tan duradera como otras (especialmente si no se pone una capa protectora), por lo que en muebles que se usan mucho (como una mesa de cocina, por ejemplo) tal vez no sea la mejor opción si no se quiere volver a encerar o pintar a menudo.
Chalk paint: ¿por qué es más saludable para tu casa?
La pintura a la tiza suele considerarse más saludable para su uso en interiores por ser a base de agua, contener pocos compuestos orgánicos volátiles y tener un mínimo olor, a diferencia de las pinturas tradicionales.
De hecho, la empresa de la creadora de la chalk paint (Annie Sloan Interiors), asegura que todas sus pinturas son a base de agua y contienen niveles mínimos de compuestos volátiles, con una calificación de la Unión Europea A+ (la más alta posible), lo que significa que cuida la calidad del aire en el hogar. Tampoco contiene materiales tóxicos para los niños.
Sin embargo, la chalk paint ha ganado tanta popularidad desde su creación que son diversas las empresas que la fabrican y no todas renuncian a los componentes acrílicos. Es por ello que, al adquirirla, conviene fijarse bien en cuáles son sus componentes y optar por marcas de calidad sin ingredientes sintéticos.