Para ahorrar energía y en la factura de la luz o el gas, es necesario combinar muchas pequeñas medidas, día a día. Una duda que muchas personas se plantean es si es mejor abrir o cerrar las puertas cuando se pone en marcha la calefacción.
Es mejor cerrar las puertas
La respuesta es muy clara, es mejor cerrar las puertas. Las puertas son algo más que un adorno, pueden ayudarnos a ahorrar energía. Si cerramos las puertas de las habitaciones individuales de la casa o piso, podemos ahorrar hasta un 5% en el costo de la calefacción en la vivienda.
Nos interesa, sobre todo, calentar las habitaciones donde se pasa más tiempo, y eso solo se puede conseguir si no permitimos que el calor se distribuya a zonas donde pasamos menos tiempo.
Una temperatura diferente para cada espacio de la casa
No todas las habitaciones necesitan calefacción constante durante todo el día. Las temperaturas que recomiendan distintas agencias de medioambiente para algunas zonas de la vivienda son las siguientes:
- Salones: 20º a 22 ºC
- Cocina: 18º C
- Dormitorio: 17º a 18º C
Para asegurarte de que los costos de energía no se disparen, es recomendable establecer el nivel de calefacción en cada habitación individualmente y luego mantener las puertas cerradas.
Cerrar las puertas de los sótanos y el ático es especialmente importante porque puede ahorrar mucha energía. Si hay escaleras abiertas, el aire caliente sube. Si no tienes una puerta para cerrar, puede ser una buena idea usar una cortina de tela gruesa o unas cortinas térmicas.
Para esta regla también hay una excepción: puedes dejar las puertas abiertas con la conciencia tranquila si las habitaciones tienen casi la misma temperatura.
Cierra las puertas, especialmente al ventilar
También debes cerrar las puertas al ventilar las habitaciones. Si las puertas se mantienen abiertas, el exceso de humedad viaja a otras habitaciones, en lugar de salir de la casa. Y la acumulación de aire húmedo reduce la eficiencia de la calefacción.
Los expertos calculan que cerrando las puertas al ventilar puedes ahorrar hasta 20 euros al año.
Cerrar las puertas de las habitaciones evita el moho
La energía es un argumento para cerrar las puertas entre las habitaciones individuales del hogar. El moho es otra buena razón. Cerrar las puertas puede ayudar a prevenir el crecimiento de moho y posibles daños estructurales.
Si dejas abierta la puerta entre una habitación cálida y una fría, el aire caliente puede contener más humedad que el aire frío, el aire caliente se mueve hacia la habitación fría y se lleva la humedad en el viaje. La humedad se condensa en las paredes frías y se convierte en el caldo de cultivo perfecto para la formación del peligroso moho.
La humedad adecuada en las habitaciones de tu vivienda
La humedad relativa siempre depende de la temperatura ambiente. Cuanto más alta es la temperatura, más humedad puede contener el aire. La interacción de ambos valores influye en el clima ambiental perceptible y en tu bienestar. Una humedad de alrededor del 50% es un buen valor en cualquier caso, o los siguientes valores dependiendo de la habitación:
- La humedad en la sala de estar y estudio debe estar entre 40 y 60%.
- Los mismos valores se aplican al dormitorio, aunque las temperaturas allí suelen ser más bajas.
- Las temperaturas también suelen ser más bajas en la cocina. Al cocinar, sin embargo, se produce condensación adicional, lo que aumenta la humedad. Un buen valor se sitúa entre 50 y 60%
- La humedad en el baño es más alta. Allí puede estar entre el 50 y el 70%. Debido a la gran cantidad de condensación que entra en el aire al ducharse y bañarse, la temperatura puede ser significativamente más alta que en el resto de de la vivienda.
También existen riesgos para la salud si la humedad del aire es demasiado alta. A partir de 70% de humedad se puede desarrollar moho en las superficies por culpa de la condensación.