Las runas nórdicas son un conjunto de símbolos, normalmente grabados sobre piedra, metal o madera, que forman el alfabeto rúnico antiguamente utilizado por los pueblos escandinavos. Para estos eran una herramienta de comunicación que consideraban sagrada, pues atribuían a las runas un origen divino. La mitología decía que las runas habían sido regaladas a los hombres por Odín, uno de los dioses nórdicos creadores del mundo.

Hoy día las runas nórdicas, aparte de ser muy populares como tatuaje, se utilizan como herramienta para el crecimiento personal y espiritual, pues recogen un simbolismo ancestral asociado a los pueblos nórdicos que puede resultar útil para meditar, adivinar o acompañar rituales. Están muy asociadas con la naturaleza y se considera que ayudan a conectar con la intuición, de forma similar a como lo hacen las piedras preciosas que se utilizan para meditar.

Quienes conocen y utilizan las runas de manera habitual, a modo de amuleto, oráculo u apoyo en la meditación, sostienen que pueden servir de guía. Para conocer su uso e interpretación, nos acercamos al mundo rúnico de la mano de una experta e investigadora del tema, Mónica Fernándes.

qué significan las runas nórdicas y de dónde vienen

La interpretación y el uso de las runas no solo están al alcance de los expertos de estos ideogramas, que suelen estar tallados en piedra y madera. Como todos los oráculos, precisan de práctica para leer de forma acertada sus mensajes

“Las runas son los caracteres simbólicos conocidos más antiguos de las diferentes tribus indoeuropeas nómadas, como las escandinavas. Sus mensajes fueron interpretados de forma individual (runa a runa) para la adivinación, la sanación, los ritos, los hechizos y, posteriormente, como lengua escrita”, explica Mónica Fernándes, fundadora y directora de la Escuela de Brujería Ecos del Norte (País Vasco) e investigadora del mundo rúnico.

Las runas todavía esconden muchos misterios y no se ha podido determinar su procedencia. “Se desconoce su origen y se han barajado diversas hipótesis, como que derivan de la actividad comercial de los Sumerios. Aunque otros historiadores opinan que tienen relación con los Etruscos y los griegos”, añade Fernándes, que menciona la gran antigüedad de estos pictogramas, que datan de hace más de 2.200 años.

Nombres de las runas nórdicas o runas vikingas en futhark antiguo, la forma más antigua del alfabeto rúnico

Nombres de las runas nórdicas o runas vikingas en futhark antiguo, la forma más antigua del alfabeto rúnico

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Las runas, un reflejo de la naturaleza

Cada runa representa los valores primigenios de la naturaleza, por ejemplo, la conexión con elementos como el aire, el agua, la tierra o el fuego.

“Incluyen significados que simbolizan objetos (árbol, agua...), acciones (el intercambio comercial o la agricultura) y, muy especialmente, los valores de los pueblos de Europa del Norte que las utilizaron en conexión con los ciclos naturales”, aclara Fernándes.

La experta en runas destaca que estos símbolos también pueden usarse para la sanación, la meditación o para realizar preguntas relacionadas con la vida personal. “Esta forma de consultar es muy común, y su base está estudiada por el médico y psiquiatra Carl Jung, que lo denominó sincronicidad. Sin embargo, los usuarios tradicionalistas originales de las runas lo conocen con el nombre de red wyrd (la conexión con todo lo que existe)”, aclara Fernándes.

Mitos y verdades sobre las runas

Cada runa tiene un significado esencial. Se trata de un dibujo o ideograma que engloba diferentes conceptos con mensajes y simbolismos asociados: números, pronunciación fonética, animales, colores, dioses o árboles.

Para los pueblos originarios que las empleaban, las runas no tenían mensajes negativos o positivos. Pero su interpretación y la manera de hacer las consultas con ellas se ha visto influenciada por otras “mancias”, como el Tarot.

Por ello, se suele asociar la runa invertida con la mala suerte, lo cual es un error. Otra confusión habitual es creer que estos símbolos ancestrales, muy asociados a la energía de la tierra, son celtas. “Fueron heredadas o incorporadas a lo largo de la historia por los pueblos celtas, pero ellos ya tenían sus propias runas, el Ogham o alfabeto de los árboles”, aclara Fernándes.

Además, las runas se suelen asociar a la cosmovisión vikinga; sin embargo, estos pictogramas no solo fueron usadas por esta cultura, sino por todos los pueblos nórdicos de casi toda Europa y parte de Asia.

Primer acercamiento a la lectura de runas

Un inicio sencillo para acercarse a la interpretación de esta simbología ancestral es conocer su significado básico a través de un manual.

  • Se puede sacar una runa cada día y meditar con ella mediante ejercicios como asociarlas a palabras a través de sus nombres o sensaciones corporales que transmita su representación.
  • Otra recomendación es llevar a cabo un registro o diario de las lecturas, donde se recojan las impresiones generales. De esta forma, será más sencillo conectar con los símbolos rúnicos a través de la intuición.

No existe un manual consensuado sobre la interpretación de estos pictogramas, por lo que cualquier método se puede considerar válido, si le sirve a la persona que lo utiliza. Las runas se pueden lanzar sin orden sobre una superficie a la hora de interpretarlas, pero también se puede optar por un modo más estructurado, al estilo del Tarot. En cualquier caso, lo importante es personalizar la tirada con patrones propios.

Cómo usar las runas en tus rituales

Hay varias formas de manejar las runas, como las que propone Mónica Fernándes:

  • Mantenerlas en las manos durante unos minutos.
  • Pensar y sentir la pregunta o consulta a realizar.
  • Esparcirlas sobre una superficie.
  • Las runas que quedan en el centro son las que ofrecen información más específica sobre el tema y las que están alrededor aportan datos menos relevantes.
  • Las piezas que caen muy juntas o se tocan se complementan entre sí, al contrario de las que quedan en los lados opuestos.
  • Las últimas runas que se tienen que interpretar son las runas que están boca abajo. Se les da la vuelta sin moverlas del lugar donde caen. Estas representan las influencias externas.
  • Al terminar la consulta y guardar las runas en su bolsa, se puede sacar una más, la que se conoce como runa madrina, para ayudar a centrar las conclusiones.
  • Tener en cuenta que no hay una interpretación correcta o incorrecta de una lectura, porque hay muchas posibilidades de métodos de lecturas rúnicas. 

Tres ejemplos de tiradas

A la hora de familiarizarse con las runas, se pueden llevar a cabo varias tiradas básicas: 

  • Para una respuesta concisa a una pregunta muy específica, se plantea la cuestión y se coge una runa de la bolsa; si no se encuentra relación entre el mensaje y lo consultado, se repite la tirada transcurrido un tiempo. 
  • Para obtener un mensaje global con respecto a una situación, se saca primero una runa representativa; se coloca otra, que ofrecerá información sobre la situación actual; y, para terminar, se saca una tercera, boca abajo, que en este tipo de tirada es la más difícil de interpretar. Se refiera al destino de la situación, que puede indicar uno o varios resultados, por lo que en este caso, es importante confiar en la intuición. 
  • Un método avanzado y detallado consiste en salir al exterior y elegir un árbol. Una vez elegido, se le pide permiso para coger sus ramas y tallar las runas (hay que hacerlo de manera esporádica y conocer la energía del árbol elegido). Después, se colocan en un paño blanco en la tierra y se escogen, sin mirar, tres runas pensando en lo que se quiere consultar. 

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