Al llegar el otoño en el hemisferio norte, hay constelaciones que adquieren protagonismo en el cielo nocturno, lo que ofrece una maravillosa oportunidad para los amantes de la observación de estrellas y, en general, para todo aquel que quiera disfrutar del espectáculo de las constelaciones.  

Las estrellas y las constelaciones siempre (o durante muchísimos años) ocupan el mismo lugar en el cielo. Sin embargo, nosotros estamos en un planeta en movimiento, que orbita alrededor del sol. Es por esto que, en función de la época del año en la que estemos podremos ver mejor unas constelaciones u otras. También el sitio donde estemos en la Tierra (en el hemisferio norte o en el sur) determina qué podemos ver en el cielo en cada momento.

A continuación, repasamos algunas de las constelaciones que se pueden ver mejor en el hemisferio norte entre finales de septiembre y finales de diciembre. Muchas de ellas giran alrededor del mito griego de Perseo. 

Recuerda que para ver bien las estrellas conviene buscar un sitio oscuro, lejos de la contaminación lumínica de los núcleos urbanos. Unos binoculares y un mapa estelar (o una aplicación móvil) te resultarán muy útiles para identificarlas.

Casiopea

Constelación Casiopea
iStock (Iryna Shek)

Muy reconocible por su forma de W, la constelación de Casiopea es circumpolar, lo que significa que la podemos ver por la noche durante todo el año, también en otoño. 

La mitología griega nos cuenta la historia de Casiopea, una reina vanidosa que se jactaba de su belleza. Decía ser más hermosa incluso que las Nereidas (las ninfas del mar) y eso enfadó a Poseidón, el rey de los mares, que mandó a al monstruo marino Ceto (la ballena) a destruir su reino. Para apaciguar su ira, la reina y su esposo Cefeo ofrecieron como sacrificio a su hija Andrómeda, a quien ataron a una roca.

El héroe Perseo, que pasaba por la zona después de haber dado muerte a Medusa (un monstruo que convertía las personas en piedra con solo mirarlas) se enamoró de Andrómeda y, para rescatarla, acabó con Ceto mostrándole la cabeza cortada de Medusa. Tras ello se casaron.

Poseidón, que no quería que Casiopea quedara sin castigo, la ató a una silla de tortura para la eternidad. La forma de Casiopea atada a la silla es precisamente la que representa la W de su constelación.

Andrómeda

Constelación Andrómeda
iStock (Iryna Shek)

Al sur de la constelación de Casiopea se encuentra la de Andrómeda, una de las más grandes que existen. Su principal estrella es la situada en la cabeza de la Andrómeda, Sirah (también conocida como Alpheratz o Sirrah), que comparte con la constelación de Pegaso. También forma parte de la constelación la famosa galaxia de Andrómeda (M31), la galaxia espiral más cercana a nuestra Vía Láctea y visible a simple vista en cielos oscuros.

Cuenta el mito griego que fue la diosa de la sabiduría, Atenea, quien al morir Andrómeda la colocó en el cielo cerca de su esposo Perseo y de su madre Casiopea.  

Pegaso

Constelación Pegaso
iStock

Pegaso, el gran caballo alado, es una de las constelaciones más conocidas y reconocibles. Está formada por un gran cuadrado y sus estrellas más brillantes son Enif, una estrella supergigante naranja, y Sirah, el ombligo del caballo.

En la mitología griega, Pegaso nació de la sangre que se derramó cuando Perseo cortó la cabeza de la Medusa. Se convirtió en el corcel del héroe Belerofonte, con el que participo en diferentes gestas como la muerte de la Quimera o la victoria sobre las amazonas.

Belerofonte, con un exceso de osadía y ambición, fue al Olimpo a lomos de Pegaso para convertirse en dios, pero el rey de los dioses, Zeus, hizo que un diminuto mosquito que picara al caballo e hiciera precipitarse a la tierra a Belorofonte, que quedó lisiado para el resto de su vida. Después de esto, Zeus lo alojó en sus establos y, más adelante, lo inmortalizó en la constelación que conocemos, situada entre la de Andrómeda y la de Piscis.

Perseo

Constelación Perseo
iStock (Iryna Shek)

La constelación de Perseo está por debajo de la de Casiopea y muy cerca de la de Andrómeda. Es conocida por contener la estrella variable Algol, conocida como la Estrella del Diablo. Esta constelación también presenta el llamado Cúmulo Doble, dos cúmulos abiertos (grandes agrupaciones de estrellas) que se pueden ver a simple vista, con binoculares o con telescopio.

En la mitología griega, Perseo era un héroe y semidiós hijo de Dánae y Zeus. Dio muerte a la temible Medusa y liberó a quien sería su esposa, Andrómeda, entre otras hazañas.

Acuario y Capricornio

Constelación de Acuario
iStock (Iryna Shek)

A medida que el otoño avanza y llega noviembre, las constelaciones de Acuario y Capricornio se hacen más visibles en el hemisferio norte.

Ambas están formadas por estrellas que no pasan de segunda magnitud, por lo que pueden no ser fáciles de encontrar sin la equipamiento profesional.