¡El verano está aquí y con él, los viajes! Da igual si vamos a viajar en coche, tren, autobús, bici o avión. Lo más probable es que, especialmente en los viajes más largos, vamos a tener hambre. Si queremos seguir con la alimentación sana, lo mejor cuando viajamos es preparar nuestros propios snacks saludables.
La mayoría de las opciones en las gasolineras o aeropuertos están llenas de azúcares, aditivos, colorantes y grasas poco saludables. Y si encontramos alguna versión más healthy, lo más probable es que sea bastante cara y venga envuelta en mucho plástico.
Aquí tienes la receta de un snack supersano: barritas de avena y cacahuete.
De hecho, cuando compramos un snack por ahí, saber distinguir un snack saludable de verdad de uno que solo lo es en apariencia no siempre es fácil: hay que saber qué ingredientes evitar y a cuáles dar prioridad para elegir los mejores snacks.
Por todo ello, siempre que podamos, lo mejor tanto para nuestra salud como para la del planeta será llevar snacks saludables caseros.
El snack saludable ideal para llevar de viaje
Un snack ideal debería incluir una pieza de fruta o verdura (como aporte de vitaminas y fibra) así como proteína y grasas buenas para saciarnos. Si vamos a estar muchas horas sin comer, si tenemos más desgaste físico o para los peques, podemos incluir hidratos de carbono complejos.
Lo mejor es evitar los azúcares simples de la bollería, las galletas industriales y las chocolatinas, sobre todo si viajamos con niños y queremos un viaje tranquilo. En su lugar podemos llevar dulces caseros.
En el caso de los viajes, lo imprescindible es que los snacks sean fáciles de transportar, se puedan comer con las manos y aguanten bien fuera de la nevera. Además, si viajamos con otras personas, tenemos que tener cuidado de que no tenga olores fuertes, como ocurre con el ajo, la cebolla, las verduras crucíferas (como el brócoli y la coliflor) o la verdura fermentada como el kimchi. En estos casos conviene preparar el hummus sin ajo, por ejemplo.
Los snacks durante los viajes tienen también el rol de entretenimiento, especialmente para los pequeños y os recomiendo que, aunque normalmente no piquéis nada entre horas, os llevéis algo por si acaso hay retrasos o para evitar antojos por los snacks industriales que nos ofrecen por todos lados.
Si viajamos en avión, tenemos que tener cuidado de que nuestros tentempiés no contengan líquido. De esta manera, en lugar de un bote con paté vegetal y crackers, por ejemplo, es preferible un bocadillo ya preparado. También debemos evitar la fruta cortada que contiene mucha agua o las ensaladas con mucho aliño.
Los envases son también importantes:
- Lo mejor es llevarse la merienda en raciones individuales pequeñas por si viajamos con la familia y cada miembro quiere comer en un horario distinto; y para evitar comer en exceso.
- Para ahorrar espacio podemos usar bolsas de silicona o bolsas que podemos sellar en lugar de tápers. Así después de comernos los snacks podemos doblarlas y no ocupan nada.
- Si tenemos algo más sensible al calor, podemos llevar la comida en bolsas termo.
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