Dormir bien es fundamental para la salud y el bienestar general. Y por eso las últimas estadísticas realizadas por la Sociedad Española de Neurología (SEN) son tan preocupantes. El 48% de los adultos en España y el 25% de los niños no logran tener un sueño de calidad. El insomnio aumenta sus cifras, afectando al 20% de la población española, con más de 4 millones de personas sufriendo trastornos del sueño crónico.

Lo grave de todo esto es que la privación del sueño no solo tiene un grave impacto sobre la calidad de vida. También está relacionada con problemas de salud mental y física, como el estrés, la ansiedad y el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas. Es por eso por lo que es hora de mirar hacia fuera, encontrar ejemplos de salud y descanso. Japón es uno de ellos. Y estos son los tres hábitos que incorporan sus habitantes para mejorar la calidad del sueño y, por ende, la salud.

La tradición del ofuro

Una de las tradiciones que mayor impacto tiene sobre la calidad del sueño en la cultura japonesa es el ofuro. Aunque el término nos sea totalmente desconocido, en realidad no es más que un baño relajante.

Este ritual, sin embargo, no tiene como única finalidad limpiarse, sino sumergirse en un estado de calma y purificación, tanto física como mental, por medio del agua caliente.

Los japoneses suelen disfrutar de un baño en agua caliente, con temperaturas que pueden llegar a rondar los 40 o los 41 ºC, para relajar los músculos, mejorar la circulación y aliviar el estrés.

Por medio del ofuro, un momento sangrado al final del día, se busca liberar el estrés acumulado y preparar el cuerpo para alcanzar el sueño reparador. Este tipo de baño promueve la eliminación de toxinas a través de la sudoración, mejorando también la salud de la piel y generando una sensación de bienestar general.

Puedes integrar esta práctica en tu día a día dándote un baño caliente y relajante antes de ir a dormir. De esta forma preparas a tu cuerpo y a tu mente para descansar.

El inumeri ligero

Esto parece más español que japonés, pero está demostrado que tiene beneficios innumerables para la salud. Estamos hablando de la siesta, que en japonés recibe el nombre de inumeri. Aunque no es una siesta profunda y larga, como la que muchos acostumbramos a tomar en la península. Si no de una siesta ligera, de entre 20 y 30 minutos, que ayuda a recargar energías, mejorar la concentración y mantener un buen nivel de productividad durante el resto del día.

Las investigaciones han demostrado que, lejos de lo que muchos piensan, tomar una siesta corta puede mejorar el rendimiento cognitivo y ayudarnos a descansar más por la noche. Esto se debe a que, además de contrarrestar la falta de sueño, nos permite llegar más tranquilos a la hora de dormir, reduciendo el estrés que produce la fatiga constante que muchos experimentan tras una jornada de trabajo.

De hecho, un estudio realizado por la NASA indica que una siesta de tan solo 10 minutos puede ser más que suficiente para mejorar el rendimiento en tareas de atención y reacción, mientras que las siestas algo más largas, de unos 30 minutos, son especialmente efectivas para recuperar el estado de alerta y la memoria. Así que el inumeri no solo te ayudará a descansar mejor, sino que te permitirá obtener un mejor rendimiento en tus tareas diarias.

 

Una sopa de miso

En Japón, una cena tradicional es la sopa de miso. Es una opción nutritiva y muy fácil de digerir, que ayuda a evitar la pesadez estomacal, que puede interferir con la calidad del descanso. La cena ligera es, por tanto, un hábito crucial que fácilmente podemos adaptar de la cultura oriental a la occidental.

No es necesario que cenes una sopa de miso. Si no te gusta o no sabes cómo prepararla, la puedes sustituir por una crema de verduras, una ensalada o cualquier otro plato ligero, que tu cuerpo pueda digerir sin esfuerzo. Esto te ayudará a conciliar el sueño más rápido.

Por el contrario, los platos pesados y ricos en grasa te causarán malestar y dificultarán el sueño reparador, por lo que es preferible evitarlo.

Algunos estudios recientes, además, han demostrado que las personas que cenan de forma ligera tienen menos posibilidades de sufrir insomnio y otros problemas de sueño, por lo que adoptar este hábito es esencial para cuidar de tu descanso. Además, las cenas ligeras te ayudarán a mantener una dieta más saludable y equilibrada.