Kassia St. Clair, referencia clave en lo que se refiere al estudio de los colores en el campo de la psicología, y autora de Las vidas secretas del color, investiga en la citada obra la forma en la que los colores influyen en nuestra percepción y cultura a lo largo del tiempo. Según ella, ciertas tonalidades pueden tener un impacto psicológico profundo sobre nuestra percepción de los demás, teniendo en cuenta siempre el contexto en el que se encuentran.

Esta psicología que se esconde tras los colores es la que hace que, de forma inconsciente, nos sintamos más inclinados hacia ciertas tonalidades en función de nuestras características personales. De ahí que aquellas personas a las que percibimos como inteligentes, tengan en común ciertas tonalidades en su forma de vestir. ¿Quieres saber cuáles son?

La teoría del color

Faber Birren, escritor y consultor estadounidense especializado en la teoría del color, aseguraba que los colores influyen en aspectos como el estado de ánimo, la toma de decisiones y la creatividad. De ahí que el autor defendiera que los colores tienen un impacto tanto en el comportamiento humano como en la percepción del intelecto.

Según su teoría, hay varios colores que aparecen repetidamente en las vidas de las personas más inteligentes, por lo que transmiten y representan. Pueden formar parte de las tonalidades de su vestuario, o aparecer en la elección de colores de otros muchos elementos: desde la tapa de los cuadernos, hasta el maquillaje.

Siguiendo su teoría, y la de otros expertos, estos son los colores que transmiten mayor inteligencia y que suelen elegir las personas inteligentes.

Azul

El azul es un color relacionado con la calma, la introspección y la capacidad de concentración, según Birren. El experto explicaba que las personas que prefieren el azul suelen tener una naturaleza reflexiva, y se las percibe como serenas e inteligentes.

Este color fomenta, además, la claridad de pensamiento, lo que lo hace ideal para entornos académicos y profesionales, en los que se suelen mover las personas con un coeficiente intelectual más alto que la media.

Verde

Para Birren, el verde está asociado al equilibrio y la estabilidad. Este color refleja, además, la sabiduría y la capacidad para tomar decisiones. Birren mencionaba en su libro, Color Psichology and Color Therapy, que este color transmite una sensación de confianza y juicio equilibrado, cualidades que suelen asociarse particularmente con la inteligencia emocional.

Amarillo

Aunque menos frecuente en los estudios de otros expertos, el amarillo es para Birren el tercer color de la inteligencia. Estos tonos están relacionados con la creatividad y el optimismo, aunque el experto aseguraba que también tiene una relación directa con el pensamiento lógico.

Birren sugería en sus estudios que el amarillo es un color capaz de activar áreas cognitivas del cerebro que favorecen el análisis y la innovación.

Negro

Pese a que Birren es, sin duda, la figura más importante cuando hablamos de teoría del color, no es el único experto que tenía un punto de vista sobre qué colores usan las personas inteligentes. La anteriormente citada autora de Las vidas secretas del color, Kassia St. Clair, defiende en su obra que el color de la inteligencia es el negro.

El negro no es solo un color elegante, sino que también se presenta como un símbolo de autoridad y sofisticación, lo que hace que se asocie con la inteligencia en ciertos ambientes profesionales.

La experta habla también de la importancia de entender el negro como el “vantablack”, la sustancia que absorbe casi toda la luz. Esto demuestra también el poder psicológico de aquello que no se puede ver, lo cual provoca que esta tonalidad evoque reacciones instintivas muy fuertes.

Rojo

Por norma general, pensamos en el rojo como el color de la pasión. Sin embargo, un estudio publicado en la Journal of Experimental Social Psychology, realizado por el experto Sascha Schwarz y Marie Singer, estudiaba el rojo desde una perspectiva innovadora.

El estudio demostraba que el color rojo podía incrementar la atención en los hombres hacia las mujeres, cuando se expone en contextos románticos. Este descubrimiento, aunque en principio parece no tener relación con la inteligencia, probaba algo aún más interesante.

El uso estratégico de colores para transmitir diferentes rasgos de la personalidad demuestra una profunda inteligencia intuitiva. Así pues, elegir colores como el rojo en contextos románticos o con cierto cariz sexual, podría reflejar confianza y capacidad de influir sobre los demás, cualidades que también forman parte del espectro de la inteligencia interpersonal.