Mucha gente usa suavizante porque elimina la aspereza y le da un aroma fresco a la ropa. Sin embargo, el uso de suavizante tiene algunas desventajas prácticas y también puede tener efectos nocivos para la salud y el medioambiente.
En este artículo descubrirás cómo funciona realmente el suavizante, por qué tiene sentido evitarlo y qué alternativas sostenibles existen.
¿Cómo funciona el suavizante?
Los suavizantes nos sugieren frescura y limpieza. A menudo tenemos la sensación de que la ropa no está realmente limpia si no huele a fresco. Además, el suavizante hace que la ropa se sienta más gustosa. Pero, ¿cómo funciona?
Los suavizantes disponibles comercialmente suelen contener tensioactivos catiónicos. Estos ingredientes sintéticos garantizan que la ropa no se vuelva rígida envolviéndose alrededor de las fibras como si fuera una funda.
De esta manera, hacen que los tejidos se vuelven más flexible. Al mismo tiempo, evitan químicamente que los colores se desvanezcan. Los suavizantes garantizan que la ropa quede muy suave y fácil de planchar. Pero los componentes de los suavizantes no son inofensivos.
¿Cuáles son las desventajas de los suavizantes?
El uso de suavizantes químicos para telas tiene algunas desventajas graves:
- Impacto nocivo para el medio ambiente: aunque muchos fabricantes de suavizantes se aseguran de que sus productos y especialmente los tensioactivos que contienen sean biodegradables, la mayoría de las fragancias y colorantes no se pueden filtrar de las aguas residuales. Además, no existen requisitos legales al respecto. Por ello, es recomendable utilizar suavizante con mucha moderación
- Amenazas para la salud: las fragancias contenidas pueden provocar alergias y alteraciones hormonales, pues algunas son disruptores endocrinos.
- Pérdida de cualidades: el uso frecuente de suavizantes hace que los paños de cocina y las toallas pierdan su capacidad de absorción. La ropa deportiva también puede perder sus propiedades especiales, lo que dificulta su secado y deja de absorber el sudor de forma óptima. Por lo tanto, es muy recomendable que laves la ropa deportiva sin suavizante.
- Los tensioactivos también pueden acumularse en la lavadora y alimentar allí bacterias y hongos. Los ciclos de lavado mantienen húmeda la biopelícula, esto puede hacer que la lavadora empiece a oler mal.
Además, la mayoría de las personas suelen utilizar demasiados productos diferentes al lavar la ropa, lo que aumenta la exposición a una mezcla de ingredientes sintéticos. Limítate a lo realmente imprescindible y reducirás riesgos y ahorrarás dinero y energía.
Cómo elaborar tu suavizante natural con remedios caseros
Tú misma puedes preparar fácilmente suavizante utilizando remedios caseros. Esto es más sostenible y normalmente más barato.
- Utiliza vinagre: incluso una pequeña cantidad (aproximadamente 30 ml) por ciclo de lavado es suficiente para que tu ropa quede agradablemente suave. Para ello, pon el vinagre en el compartimento del suavizante. No te preocupes por el olor de vinagre, pues desaparecerá y no quedará adherido a la ropa. Al mismo tiempo, el vinagre protege la máquina de la acumulación de cal y ayuda a que la ropa no destiña.
- El bicarbonato de sodio también es un sustituto adecuado del suavizante: disuelve dos cucharaditas de bicarbonato de sodio en 100 ml de agua y luego vierte la solución en el compartimento del suavizante.
Otras alternativas sostenibles que puedes considerar
Además del vinagre y el bicarbonato, existen otras soluciones naturales para mantener tu ropa suave y fresca. Por ejemplo, las bolas de lana para secadora son una excelente opción. Estas bolas ayudan a reducir la estática, acortan el tiempo de secado y suavizan las prendas de manera natural. Puedes incluso añadir unas gotas de aceite esencial a las bolas para un aroma personalizado y libre de químicos.
Por otro lado, lavar tu ropa con agua fría y un detergente ecológico puede prolongar la vida útil de tus prendas y mantener su textura suave sin necesidad de suavizantes. Los detergentes biodegradables contienen menos ingredientes nocivos y son igualmente efectivos para limpiar la ropa.
Finalmente, el secado al aire también juega un papel importante. Secar tus prendas al sol no solo ahorra energía, sino que puede aportar un aroma fresco y natural a la ropa, sin necesidad de añadir productos químicos adicionales.