Qué es la alcachofera y para qué sirve
La alcachofera (Cynara scolymus) es una planta robusta, con grandes hojas en roseta, segmentadas, de color verde azulado. Del tallo, de unos dos palmos de largo, crecen una o dos cabezuelas florales, las alcachofas, recubiertas de brácteas duras. Las flores son azules y tubulares.
Se parece mucho al cardo (Cynara cardunculus), aunque sus brácteas no son espinosas. De los rudos y espinosos cardos que se ven casi por doquier sobre suelos degradados y márgenes de caminos debió de proceder la exquisita alcachofera, como una variante agrícola.
La parte tierna y comestible se encuentra en el interior de las cabezuelas, pero en fitoterapia se usan también las hojas más jóvenes, especialmente para reducir el colesterol, aunque tiene muchas otras indicaciones. Se presenta en hojas frescas para infusión, tintura, extracto líquido, cápsulas y comprimidos, además de las alcachofas en alimentación.
Las hojas de la alcachofera tienen un componente amargo –la cinarina–, otros principios amargos como la cinaropricina, flavonoides, ácidos cafeico y clorogénico, sales minerales –potásicas y magnésicas–, y vitaminas C y B.
Propiedades medicinales de la alcachofa y su planta
- Las alcachofas no solo son un alimento muy valioso por su aporte de vitaminas y minerales, y sus escasas grasas. Además se les atribuyen numerosos efectos terapéuticos. Son un diurético excelente, muy útil para favorecer la emisión de orina y aliviar trastornos urinarios como la infección de vejiga y uretra, las piedras en el riñón, el exceso de ácido úrico y urea o los edemas.
- Las hojas de la alcachofa ayudan a mantener a raya la tensión arterial.
- Por sus principios amargos, la alcachofa estimula la secreción de jugos gástricos y abre el apetito, por lo que se aconseja a personas debilitadas, inapetentes y anoréxicas.
- La cinarina, de efecto hepatoprotector, ayuda a recuperar las funciones de filtraje del hígado tras una intoxicación o trastorno hepático –hepatitis, cirrosis, ictericia, etc.–, favorece la secreción de bilis y previene los cálculos de vesícula.
Cómo tomar la alcachofa en infusión
Té de alcachofa para eliminar líquidos
Se puede preparar una infusión diurética combinando alcachofera con cola de caballo, abedul, ortosifón y menta.
Cómo prepararla: Se hierven 2 cucharadas de la mezcla por medio litro de agua 2 minutos, se deja reposar 10 y se cuela. Se bebe durante el día, incluso en frío.
Infusión con alcachofera y diente de león para reducir el colesterol
Para reducir las tasas de colesterol LDL y triglicéridos se combinan para infusión las hojas de alcachofera con hojas de almez, frutos de paliure y diente de león.
Cómo prepararla: De nuevo dos cucharadas soperas de la mezcla por medio litro de agua, se hierve 1 minuto, se deja reposar y se cuela. Se bebe la infusión a lo largo del día, en pequeñas dosis.
Infusión de alcachofera y boldo para el hígado
Para favorecer las tareas de eliminación del hígado se puede combinar en una infusión alcachofera con boldo, diente de león y fumaria.
Cómo prepararla: Una cucharada sopera de la mezcla a partes iguales por vaso de agua. Se hierve durante un minuto, se deja reposar 10 y se cuela. Se toman dos vasos al día, tras las comidas. Para atenuar el sabor amargo del remedio se puede añadir anís estrellado, menta o corteza de naranja amarga.
Precauciones en la lactancia
Es preferible no tomar alcachofera durante el periodo de lactancia, para evitar traspasar sus principios amargos a la leche materna.
Asesora: J Mª Teixé, herborista de «El Manantial de Salud».