Aciano

El aciano (Centaurea cyanus) es una popular planta medicinal para el cuidado de los ojos, sobre todo por su eficacia para tratar conjuntivitis y orzuelos.

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Según la mitología griega, los centauros eran criaturas mitad hombres y mitad caballos, y se dice que uno de ellos, Quirón, fue quien enseñó a la humanidad el valor reparador de las plantas. Por eso no es de extrañar que el nombre de una de las más bellas flores de nuestros campos, el aciano (Centaurea cyanus), derive del de ese ser mitológico.

Las propiedades del aciano para los ojos son conocidas desde hace siglos. En la tradición francesa, por ejemplo, al aciano se le conocía por eau de casselunettes ("agua de gafas rotas"), porque se decía que quien probaba esta planta ya podía prescindir de los anteojos para siempre, una aseveración ciertamente exagerada.

De centaureas hay catalogadas cerca de 500 especies en todo el mundo, de las que una treintena o más se pueden hallar en España. El aciano es una de ellas, acaso la de la flor más bella.

El aciano es una planta erecta y grácil, de hasta 70 cm de alto, ramificada y pilosa, con las hojas lineales y puntiagudas y capítulos florales solitarios, con las flores exteriores mucho mayores que las centrales, de color azul intenso. Florece a partir del mes de mayo.

Relativamente frecuente en márgenes de huertos, sembrados y barbechos, en praderas y matorrales, el aciano crece en buena parte de Europa, incluido el norte y centro de la Península. Sin embargo, se cree que puede ser originario de Europa Oriental, y que desde allí pudo ser introducido en el resto del continente.

Propiedades del aciano

Con fines medicinales se cosechan los capítulos florales, en plena floración. Contiene antocianinas, que son pigmentos azulados como la cianina. También principios amargos como la cnicina y la centaurina, mucílagos, flavonoides, taninos y abundantes sales minerales.

Esta composición le confiere propiedades antiinflamatorias, astringentes y antibióticas. También se considera diurética, aunque por esta propiedad se utiliza mucho, ya que los herbolarios la recomiendan especialmente para el cuidado de los ojos.

Para qué sirve el aciano

Las propiedades del aciano lo convierten en un gran remedio natural para el cuidado de la vista. De hecho, el uso preferente y casi exclusivo que dan a esta planta los herbolarios tiene que ver con la salud de los ojos:

  • El aciano mejora la microcirculación y la resistencia capilar, rebaja la inflamación ocular y contribuye a la regeneración de la capa vascular de la retina, lo que favorece la agudeza visual y proporciona un alivio progresivo a la vista cansada. Eso explica que sea una planta muy adecuada para personas que se ven obligadas a forzar la vista delante de una pantalla de ordenador o de un monitor de televisión, así como para estudiantes. Es también un buen apoyo para las personas que han visto mermada su visión y para los miopes.
  • Aparte de servir para tratar la vista cansada, se aplica en baños oculares y colirios para tratar la conjuntivitis, la inflamación de los párpados y los inoportunos orzuelos y también para eliminar las «patas de gallo».

Otros beneficios y usos del aciano

  • Como planta amarga es un excelente estimulante del apetito, que actúa además como antiinflamatorio, astringente y diurético.
  • El efecto astringente, antibiótico y antiinflamatorio del aciano explica también su utilidad en dolores dentalesllagas en la lengua, labios inflamados y sobre encías sangrantes o irritadas.
  • Por su capacidad para teñir se utiliza en algunas infusiones para darles un color azulado.
  • Sus flores son comestibles y se utilizan en muchas recetas con fines decorativos.

    Cómo utilizar el aciano

    El aciano se aplica en baños oculares, colirios y compresas para los ojos.

    Baño ocular con aciano para la vista cansada

    Se prepara una infusión de aciano, que se utiliza para hacer baños oculares:

    1. Se infunden a partes iguales flores de aciano, eufrasia, saúco y pétalos de rosa de Alejandría (dos cucharadas soperas rasas de la mezcla por un cuarto de litro de agua).
    2. Se hierve, se deja reposar 2 minutos y se filtra.
    3. Con la infusión se empapan unas gasas o algodones y se presiona unas 10 veces seguidas sobre cada ojo, con los párpados cerrados.

    Remedio para los orzuelos

    Un orzuelo es una inflamación de las glándulas sebáceas de Zeiss o de las sudoríparas de Moll, situadas en la base de las pestañas. Su causa es una infección bacteriana producida habitualmente por el Staphylococcus aureus.

    Los orzuelos son habituales en los niños por la costumbre de tocarse los ojos con las manos sucias. En los adultos una causa típica es la falta de limpieza de las lentes de contacto.

    Si aparecen siempre en el mismo ojo puede ser que el tejido esté debilitado a causa de infecciones anteriores y resulte más fácil su colonización por parte de la bacteria causante. Cuando los orzuelos surgen con frecuencia puede ser señal de un estado inmunitario bajo, de anemia, trastornos hormonales o alergias. En ese caso puede ser útil un complemento nutricional multivitamínico.

    Cuando aparece un orzuelo hay que evitar la tentación de intentar su extirpación apretando, ya que lo único que se consigue es extender la infección. La clásica compresa de manzanilla calma el dolor y desinflama, pero hay plantas más específicas como el aciano y el roble, que son de gran ayuda para acelerar la maduración y absorción del absceso.

    Cómo preparar la infusión: 

    1. Prepara una decocción durante 5 minutos con una cucharada sopera de corteza de roble en un litro de agua.
    2. A continuación, añade otra cucharada de flores de aciano. Deja que hierva todo a fuego lento 5 minutos más.
    3. Cuela la decocción y, cuando esté tibia, aplica sobre el ojo afectado una gasa empapada en el líquido resultante, tres o cuatro veces al día.

    Las flores de aciano alivian el picor y la irritación, pues ejerce una acción antiséptica y antiinflamatoria, mientras que la corteza del roble es rica en taninos y tiene la propiedad de drenar las mucosas inflamadas. 

    Efectos secundarios y contraindicaciones

    El aciano puede causar reacciones alérgicas en personas con alergia a la familia de las asteráceas, que incluye plantas como margaritas, cardos y achicorias. Aparte de eso, no se conocen efectos secundarios del aciano y se considera probablemente seguro cuando se utiliza en pequeña cantidad para dar color a las infusiones. 

    Como precaución, al no haber suficiente investigación sobre su uso en el embarazo y la lactancia, se recomienda evitar su uso para mayor seguridad.

    Jordi Cebrián. Asesora: J Mª Teixé, herborista de «El Manantial de Salud» y Rosa Guerrero

     

     

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