La achicoria (Cichorium intybus L.) es una planta abundante, antiguamente usada como alternativa al café. Por sus propiedades digestivas, hepatoprotectoras y diuréticas, entre otras, aporta beneficios para la salud hepática y renal, pero también para el control de la tensión sanguínea, para mejorar la digestión y para aliviar los trastornos urinarios.
Se conoce sobre todo el uso de la raíz de achicoria como alternativa al café y al té, pues frente a estas bebidas tiene la ventaja de que no crea adicción y tiene poco poder excitante. Se la llama también chicoria o escarola silvestre, y también con el elocuente nombre de amargón, por su sabor muy amargo, o almirón en castellano antiguo.
La planta de la achicoria es muy común en Europa. Es una planta ruderal, muy ramificada, de hojas basales en roseta y hojas superiores muy segmentadas, y con unas flores de color azul claro que salen en verano o a finales de primavera y duran hasta casi el otoño.
Propiedades y beneficios de la achicoria
Con fines medicinales de la achicoria se cosecha la raíz en otoño, y las hojas más jóvenes, en primavera.
Se le atribuyen propiedades aperitivas y digestivas, moderadamente laxantes, vitamínicas, remineralizantes, hepatoprotectoras, coleréticas,antiinflamatorias, diuréticas, bacteriostáticas, antisépticas, antioxidantes y moderadamente hipotensoras.
Por todo ello, se considera una planta adecuada para el cuidado del hígado, para mejorar la digestión y tratar infecciones digestivas, para estimular la producción de orina y como apoyo en el tratamiento de la hipertensión.
Se trata, en general, de una planta segura. De todas formas, siempre es recomendable consultar con el médico antes de iniciar un tratamiento con ella, como con cualquier planta medicinal, y especialmente, en el caso de la achicoria, si se sufre alguna cardiopatía, disfunción hepática o renal o hipertensión arterial.