Mucha gente conoce a Lucía Lipperheide por sus consejos como decoradora y experta en limpieza, belleza e ideas creativas, que comparte a través de su cuenta @Homes.styles en redes, pero lo que quizás solo algunos sabían es que también trabajó como vendedora de coches.

Ahora lo ha revelado aprovechando esta experiencia para reunir una colección de trucos prácticos, económicos y sorprendentes que transforman por completo el aspecto de cualquier vehículo. Aunque han pasado años, siguen siendo igual de eficaces.

Nos ha llamado especialmente el truco de utilizar aceite de bebé para el salpicadero del coche, por lo sencillo y práctico que resulta ponerlo en la guantera y tenerlo a mano. Pero no te pierdas el resto: te ayudarán a mantener el coche mucho más limpio y cómodo en tus viajes.

Aceite de bebé para el salpicadero del coche

El aceite de bebé, ese producto que muchos asocian exclusivamente con la hidratación de la piel de los pequeños, tiene múltiples usos más allá del cuidado personal.

Lucía Lipperheide lo considera "mano de santo" para limpiar y proteger el salpicadero del coche, y no le falta razón.

Aplicar una pequeña cantidad con una bayeta de microfibra deja las superficies de plástico limpias, hidratadas y con un brillo que no resulta grasiento ni artificial.

Además de mejorar la apariencia del salpicadero, el aceite de bebé crea una película protectora que evita que el plástico se reseque, se agriete o se decolore por la exposición continua al sol.

No contiene alcoholes ni químicos abrasivos, por lo que es una alternativa mucho más suave y segura que muchos productos específicos del mercado.

Lucía recomienda usar este producto una vez cada dos semanas para mantener el salpicadero siempre como nuevo.

Pero el aceite de bebé no es el único truco que guarda esta experta. Durante su etapa en la venta de coches, acumuló consejos y técnicas para dejar los vehículos impecables, tanto por dentro como por fuera.

Otros trucos para dejar el coche como nuevo

1. Pegatinas rebeldes

¿Tienes una pegatina vieja que no se despega del cristal o la carrocería? Rocía un poco de insecticida sobre ella, espera unos segundos y retírala con una esponja suave. El producto ayuda a disolver el adhesivo sin dañar la superficie.

2. Rayones superficiales

Los pequeños arañazos pueden reducirse con un borrador mágico. Este material, que suele usarse en limpieza doméstica, también funciona sobre la pintura del coche en zonas poco profundas, dejando la superficie más uniforme.

3. Retrovisores repelentes al agua

Aplica un poco de lubricante sobre los retrovisores exteriores y repártelo con un paño seco. Esto evita que las gotas de lluvia se acumulen, mejorando la visibilidad en días húmedos.

4. Gomas de limpiaparabrisas

Otro uso del lubricante es con las gomas de los limpiaparabrisas. Si las frotas suavemente con un poco de producto, evitarás que se resequen y se endurezcan, prolongando su vida útil y evitando el típico chirrido.

5. Faldones impecables

Aplicar lubricante en los faldones de plástico no solo mejora su aspecto, sino que los protege del sol y del desgaste. Es un truco que se usaba a menudo antes de mostrar los coches a los clientes, confiesa Lucía.

6. Faros transparentes

limpiar faros
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Con el tiempo, los faros van perdiendo transparencia. Para devolverles la claridad, Lucía sugiere una mezcla casera hecha a partir de bicarbonato, unas gotas de jabón para platos y un chorrito de vinagre blanco. Aplica con una esponja, frota y enjuaga con agua.

7. Antivaho natural

Para evitar que se empañe la luna delantera por dentro, basta con pasar una bayeta con unas gotas de jabón de platos. Deja una película que previene el vaho sin dejar marcas.

8. Aromatizante purificador

Si quieres que tu coche huela bien sin usar ambientadores artificiales, puedes poner unas gotas de tu aceite esencial preferido sobre pequeños discos de fieltro o algodón, colocados en lugares discretos.  

Con estos pequeños gestos, no solo mejoras la estética del coche y disfrutas del viaje, sino que también alargas la vida útil de muchos de sus componentes. Como demuestra el caso del aceite de bebé, a veces los productos más sencillos son los más efectivos.

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