Aunque la frambuesa japonesa se introdujo en Europa hace unos 150 años, sigue siendo prácticamente desconocida entre nosotros.
Este arbusto de hoja caduca pertenece al género de las moras y frambuesas comunes. La frambuesa japonesa es originaria de Japón, Corea y el oeste de China, y sus pequeños frutos rojos son conocidos por su exquisito sabor.
¿Cómo es la frambuesa japonesa?
La frambuesa japonesa (Rubus phoenicolasius) crece en forma de arbusto y alcanza entre dos y tres metros de altura, con brotes largos, arqueados y colgantes. La corteza de los brotes, de un característico color marrón rojizo, está cubierta de numerosos pelillos suaves y algunas espinas ocasionales.
Entre junio y julio, en los extremos de los brotes aparecen inflorescencias con delicadas flores rosadas. Los botones florales son también de un tono rojizo y están cubiertos de pelos pegajosos. Los sépalos, que protegen los frutos de un rojo anaranjado a rojo oscuro hasta su maduración, son igualmente rojizos y pegajosos. Este arbusto puede crecer libremente o ser guiado a lo largo de un enrejado.
Cuándo y cómo plantar la frambuesa japonesa
La frambuesa japonesa puede plantarse entre octubre y abril, siempre que el suelo no esté congelado. No obstante, la primavera es el momento ideal para plantarla, ya que es sensible a las heladas durante sus primeros uno o dos años. Si se planta en primavera, tendrá tiempo suficiente para desarrollarse antes de que llegue el invierno.
Debe plantarse entre cinco y diez centímetros más profundo de lo que estaba en la maceta. Añadir una buena cantidad de abono a la tierra le proporcionará las mejores condiciones iniciales. Si se plantan varios ejemplares juntos, una distancia de 1,5 metros entre ellos es adecuada.
Qué Ubicación y tipo de suelo le gusta más
La frambuesa japonesa prospera mejor en lugares soleados o parcialmente sombreados y cálidos. Prefiere suelos que sean ligeramente calcáreos o neutros, húmedos, permeables, ricos en humus y nutrientes. También es una planta ideal para cultivar en maceta.
La frambuesa japonesa es autofértil, por lo que no necesita otro ejemplar para producir frutos. Sin embargo, la proximidad de otra planta de la misma especie puede mejorar la producción de bayas.
Cuidados de la frambuesa japonesa
Este arbusto es fácil de cuidar y no requiere mucha atención, aunque hay algunos aspectos importantes a considerar:
1. Riego
La frambuesa japonesa prefiere suelos húmedos. Las plantas jóvenes necesitan un riego regular en veranos calurosos y secos. Los ejemplares más viejos también requieren riego durante períodos prolongados de sequía.
Una capa de mantillo, como recortes de césped y hojas, puede ayudar a reducir la pérdida de humedad.
2. Poda
La frambuesa japonesa debe podarse regularmente. Los frutos se forman en los brotes del año anterior, por lo que después de la cosecha, es recomendable cortar los brotes cosechados cerca del suelo. Los nuevos brotes pueden atarse a enrejados o tutores, o dejar que crezcan de forma natural.
4. Propagación
Cuando los brotes caídos tocan el suelo, rápidamente echan raíces. Puedes aprovechar esta característica cortando los brotes enraizados la primavera siguiente y trasplantándolos donde desees.
5. Trasplante
Si la planta crece en maceta, el recipiente debe ofrecer siempre más espacio que el cepellón. Es recomendable trasplantarla cada año para garantizar que las raíces tienen suficiente espacio para crecer.
6. Protección en invierno
La frambuesa japonesa es resistente, aunque durante sus primeros dos inviernos, o en inviernos particularmente fríos, es recomendable proteger la base de la planta con matorrales y hojas para evitar daños.
7. Amiga de las abejas
Esta planta es muy atractiva para las abejas melíferas, abejas silvestres y mariposas, ya que ofrece abundante néctar y polen. Los pájaros también se benefician de esta planta, utilizando sus ramas para anidar y sus frutos como fuente de alimento.
8. Enfermedades y plagas
La frambuesa japonesa es muy resistente a enfermedades y plagas, posiblemente debido a sus botones florales y sépalos pegajosos, que protegen los frutos. Sin embargo, el ácaro rojo puede afectar a la planta. Para prevenirlo, es útil podar la planta después de la cosecha y eliminar las frutas que no se hayan consumido. Otra medida preventiva es aplicar un spray de aceite de colza sobre los brotes en primavera.
9. Cosecha
Los frutos, que maduran de manera gradual, se pueden cosechar de julio a septiembre. Cuanto más oscuros son los frutos, más dulce es su sabor. Dado que tienen una vida útil corta, es recomendable refrigerarlos y consumirlos rápidamente, cosechando según sea necesario.