No hay nada más relajante que encender una vela aromática y ponerte a leer un libro, escuchar tu música favorita o simplemente a meditar un rato. Su luz y aroma crean una atmósfera de tranquilidad y bienestar que envuelve todos nuestros sentidos y nos ayuda a calmar la mente y aliviar el estrés.
Y qué mejor que una vela elaborada con tus propias manos y con tus aceites esenciales favoritos. Es algo más sencillo de hacer de lo que parece, solo necesitas seguir los pasos que te explicamos a continuación.
¿Qué se necesita para hacer velas aromáticas?
Las velas aromáticas se elaboran mezclando cera con aceites aromáticos. Es un proceso bastante sencillo, pero antes de empezar necesitarás contar con algunos elementos indispensables:
- La cera: existen diferentes tipos de cera, pero son preferibles las opciones ecológicas, en especial la cera de soja, porque quema de forma más limpia que las velas a base de parafina, que pueden liberar sustancias químicas nocivas. Allen Fox explica en su libro El poder mágico de las velas, que las de soja duran mucho tiempo, puesto que la combustión es más lenta. Este tipo de cera se puede encontrar en forma de pepitas o perlas para fundir al baño María.
- Aceites esenciales: hay muchas opciones diferentes, en el siguiente apartado te damos ideas sobre cuáles elegir en función del ambiente que quieras crear.
- Mechas (suelen usarse de algodón).
- Tarros de cristal esterilizados para colocar las velas (u otros recipientes resistentes al calor).
- Un cazo con pico vertedor para derretir la cera.
- Además, puede serte útil un termómetro para controlar la temperatura de la cera, un medidor de cristal para calcular las cantidades, una varita o cuchara para remover la cera, un palito de madera y unas tijeras para cortar la mecha.
¿Qué esencia elegir para tus velas aromáticas?
El aceite esencial que elijas para tu vela aromática puede tener diferentes efectos:
- ¿Quieres crear un ambiente tranquilo y relajante? Puedes elegir aromas florales como el del aceite esencial de lavanda o el de jazmín.
- ¿Quieres un ambiente refrescante y energizante? Opta por el aceite esencial de menta, de eucalipto, de romero o de tomillo.
- ¿Prefieres un ambiente fresco y limpio? Los aceites esenciales cítricos (de limón, de naranja…) son tu mejor opción.
- ¿Buscas un ambiente romántico y acogedor? Las esencias de rosa o de vainilla son ideales para activar los sentidos y tienen efecto afrodisiaco.
- ¿Quieres un ambiente óptimo para la meditación? El aceite esencial de incienso o de cedro, que eliminan la negatividad y fomentan la espiritualidad.
Velas aromáticas caseras paso a paso
Ahora sí, veamos paso a paso cómo hacer velas aromáticas caseras:
- Calienta la cera de soja al baño María hasta que se derrita (a entre 70 °C y 85 °C).
- Retira la cera del fuego y deja que se enfríe un poco, hasta que esté entre 50 °C y 60 °C, para añadir el aceite esencial que prefieras (puedes combinar varios) y mézclalo bien con la varilla o cuchara. Ten en cuenta que, por lo general, el aceite esencial debe ser entre un 6% y un 10% de la vela, en función de la intensidad que desees.
- Fija una mecha en el fondo del recipiente donde vas a colocar las velas (por ejemplo, con un poco de cera caliente). Para que quede recta, puedes atarla a un palito y apoyarlo de forma transversal en el borde del tarro.
- Vierte la cera derretida en el tarro con cuidado.
- Deja que se enfríe. Puede tardar horas hasta que esté completamente solidificada.
Cuando enciendas la vela, el calor de la llama vaporizará los aceites y liberará su agradable y terapéutico aroma. Además, el suave parpadeo de la llama te ayudará a reducir el estrés y la ansiedad y favorecerá la tranquilidad y la calma. ¡Disfruta de tus velas aromáticas caseras!