El marrubio (Marrubium vulgare), muy común en toda Europa, crece entre la vegetación ruderal en márgenes de caminos, eriales y collados secos. Se presenta como una mata grisácea muy pilosa, conocida también como malvarrubia, con hojas de forma orbicular y flores blancas reunidas en verticilos globosos.
Florece a partir de mayo y en verano, y con fines medicinales se cosechan las sumidades floridas.
El término «marrubio» procede del latín marrubium y podría derivar del nombre de una población de la antigua Roma, Maria Urbs, o del vocablo hebreo marrob, que significa «jugo amargo». A diferencia de sus parientes, mentas y lavandas, el marrubio es ciertamente una planta muy amarga que se debe combinar con otras para no resultar imbebible.
En la Antigüedad se la consideró un antídoto infalible contra el veneno de otras plantas, y en el antiguo Egipto se utilizó en rituales mortuorios.
En los herbolarios se encuentra el marrubio blanco en forma de planta seca para infusión, tintura, polvos, cápsulas y extracto líquido.
Propiedades del marrubio blanco
El marrubio blanco contiene principios amargos como la marrubiína, lactonas diterpénicas, colina, taninos, saponósidos, flavonoides y sales minerales. Su calidad de planta amarga explica su función como estimulante de las secreciones gástricas y, por tanto, su utilidad para despertar el apetito y corregir trastornos del aparato digestivo.
También tiene propiedades carminativas, por cuanto contribuye a reducir la hinchazón, los gases y las flatulencias.
Se considera un excelente descongestionante hepático, de clara acción colerética, idóneo tras un empacho o una intoxicación alimentaria leve.
También se le atribuye un ligero efecto hipoglucemiante, y por su contenido en sales minerales se indica como diurético en retención de líquidos, edemas, oliguria, trastornos urinarios, nivel alto de ácido úrico e hipertensión arterial.
Pero su propiedad más destacada es su efecto expectorante y fluidificante de la mucosidad que se acumula en el árbol respiratorio.
Resulta muy útil para descongestionar en alergias respiratorias, procesos asmáticos, bronquitis y como apoyo para aliviar los ataques de tos en fumadores compulsivos.
En uso tópico, el marrubio actúa también como astringente y cicatrizante de la piel. Para limpiar heridas, basta aplicar una infusión simple, una vez templada, regando cuidadosamente la zona afectada.
Recetas de infusión de marrubio
Tisana expectorante para aliviar la congestión: El marrubio, combinado con otras plantas, al fluidificar la mucosidad, puede resultar útil en alergias, asma y bronquitis. Se combina con flor de violeta, pulmonaria y brotes de pino silvestre, a partes iguales. Cómo prepararla: Se hierve una cucharada sopera de la mezcla por taza de agua durante 2 minutos, se deja que repose otros 5 y se cuela. Se bebe después de las comidas, por-que se tolera mejor el amargor. Para suavizarlo se puede añadir regaliz o anís verde.
Para descongestionar el hígado: Para este fin se propone combinarlo a partes iguales con otras plantas desintoxicantes como fumaria, boldo y hierbaluisa –esta última ayuda además a corregir el sabor. Cómo se prepara: Se vierte una cucharada sopera de la mezcla por vaso de agua, se infunde 5 minutos, se cuela y se toma después de comidas copiosas o pesadas.
Precauciones y contraindicaciones
El marrubio se desaconseja en dispepsias hipersecretoras, así como en caso de náuseas y vómitos, en el embarazo y, por su gusto amargo, durante la lactancia.
Jordi Cebrián. Asesora: J Mª Teixé, herborista de «El Manantial de Salud»