La galega (Galega officinalis) puede recordar al regaliz. Como este, es una planta perenne, de hasta dos metros de altura, con bellas flores de color púrpura claro. Originaria del Mediterráneo oriental y Asia menor, crece cerca de arroyos y en prados húmedos, aunque también se cultiva en huertos y jardines.
Florece al final de la primavera y en verano. Con fines medicinales se cosechan las sumidades, cuando están a punto de florecer, y las semillas.
La galega adquirió cierta fama en la Europa de la Edad Media y el Renacimiento cuando se le atribuyó la capacidad de aumentar la producción de leche materna en la lactancia.
Referencias históricas dan fe del uso que en Gran Bretaña y Europa central se daba asimismo a la planta, en forma de baño o pediluvios, a fin de regalar descanso y alivio a los peregrinos, pero también como remedio contra las fiebres malignas por sus virtudes diaforéticas.
En herbolarios y dietéticas se puede encontrar la planta seca para infusión, en extracto líquido y en tintura alcohólica.
Propiedades de la galega
El uso tradicional de la galega como planta galactógena o estimulante natural de la leche materna se mantiene hoy día.
En la actualidad se sabe, además, que la galega contiene flavonoides, saponósidos, mucílagos, alcaloides como la galegina y d-peganina, y taninos. Los herbolarios la tienen como un gran recurso de apoyo en la diabetes mellitus, asociada a plantas que la complementan.
El efecto hipoglucemiante se atribuye a su galegina y flavonoides. El nivel de azúcar en la sangre disminuye al inhibirse la producción de glucagón –la hormona que actúa en el metabolismo del glucógeno– desde el páncreas.
Se considera igualmente una planta muy diurética y depurativa, destinada a facilitar la emisión de orina, y a tratar la retención de líquidos, problemas genitourinarios como la cistitis, los excesos de urea, la gota y la hipertensión arterial.
La planta fresca tiene un aroma sutil y agradable, pero una vez caliente, en el hervor, desprende un olor que puede desagradar y que explica el nombre en inglés de la planta Goat’s rue o «ruda de cabra».
Cómo se toma la galega
Para favorecer la lactancia
Las madres en periodo de lactancia con necesidad de aumentar la producción de leche pueden probar a asociar la galega al hinojo, la ortiga y las semillas de anís verde. El anetol del anís pasa a la leche y contribuye a que los bebés tengan menos gases.
- Basta con una cucharada sopera de la mezcla por un cuarto de litro de agua.
- Se hierve 2 minutos, se deja reposar 10 y se toma una taza media hora antes de dar el pecho.
También se puede emplear la planta fresca o licuada. En cualquier caso, como medida de prudencia elemental, se debe comentar al pediatra.
Como apoyo para la diabetes
Esta infusión de galega, que combina esta planta con otras que completan su acción, resulta útil como apoyo en la diabetes. Se mezclan a partes iguales, la galega con gymnema, vainas de judía y un edulcorante ya muy reivindicado, la estevia, totalmente apto para diabéticos.
- Se hierve una cucharada sopera densa de la mezcla por taza de agua 1 o 2 minutos y se deja reposar 10.
- Se toman hasta tres tazas, antes de las comidas, en periodos de 7 días, descansando 14.
Precauciones y contraindicaciones
Al contener alcaloides se desaconseja en el embarazo, y su uso debe consultarse con el pediatra durante la lactancia. Es preciso ceñirse siempre a las dosis y en ningún caso excederse.
Jordi Cebrián. Asesora: J Mª Teixé, herborista de «El Manantial de Salud»