Por su poder energético, las bayas de espino amarillo (Hippophae rhamnoides) se han convertido en un inestimable recurso herbario para aumentar la vitalidad, poco explorado en nuestro país.
Este arbusto, de hasta 3 metros de altura, muy ramificado y espinoso, de hojas linear-lanceoladas, flores recubiertas de pilosidad escamosa y bayas esféricas de color amarillo o naranja crece en las dunas costeras y en los márgenes de lechos de ríos en áreas de montaña del interior.
Es frecuente en el oeste y centro de Europa, así como en Asia central y septentrional, pero muy escaso en la península Ibérica. Aun así, se conocen poblaciones autóctonas en el Pirineo aragonés.
Propiedades medicinales del espino amarillo
Las bayas del espino amarillo destacan por su alto contenido en vitamina C, comparable al de los frutos del rosal silvestre y la acerola, y superior al de los cítricos. Ello da fe de su importancia como alimento energético y tonificante.
Es igualmente reseñable su importancia en betacarotenos, vitamina E, ácidos grasos insaturados como el ácido oleico, flavonoides, fitosteroles, mucílagos y taninos.
Esta composición hace que el espino amarillo se le atribuyan las siguientes propiedades:
- Es un gran tónico general: Esa es su principal indicación, fortalecer el organismo contra las infecciones y acelerar la recuperación tras una larga convalecencia. Es ideal en caso de astenia, debilidad física y anemia, y para prevenir resfriados y procesos gripales.
- Se ha probado también la importancia del espino amarillo como estimulante de la digestión, útil en caso de desórdenes gástricos como la gastritis y la gastroenteritis.
- Su efecto astringente lo convierte en un buen remedio contra la diarrea.
- Al espino amarillo se le atribuye cierta capacidad como estimulador de la circulación sanguínea y como reductor de los niveles de grasa y colesterol en la sangre. Está señalado como un apoyo herbario en desórdenes cardiacos y como un preventivo válido de la arteriosclerosis.
Mención aparte requieren las propiedades del aceite de espino amarillo para proteger la piel, lo que lo convierte en un buen aliado para uso externo.
- El aceite de espino amarillo se emplea como loción para hidratar la piel y retrasar su envejecimiento.
- Algunos productos de cosmética lo llevan incorporado porque nutre y restaura la piel, por una parte, impidiendo o frenando su oxidación y envejecimiento celular, y por otra la protege de las condiciones exteriores extremas.
- Aplicado sobre la piel, el aceite de espino amarillo también alivia todo tipo de irritaciones cutáneas y elimina eccemas, durezas, granos y forúnculos.
Remedios naturales con espino amarillo
- Para la astenia o debilidad: Un remedio herbario muy recomendable en caso de astenia o debilidad es la tisana que se prepara macerando entre 6 y 8 frutos durante toda una noche. Luego se cuela al día siguiente y se dulcifica, si se quiere, con una pizca de miel. Se ha de beber a lo largo del día, en pequeñas dosis. No obstante, debido a su alto poder astringente, no se debe consumir más allá de unos 5 o 6 días seguidos. También puedes tomarlo en jarabe, 3 cucharadas diarias.
- Otros usos: esta misma tisana tiene un ligero efecto vermífugo, aplicable en caso de parásitos intestinales.
Cómo se utiliza
El espino amarillo se puede utilizar por vía interna o aplicar sobre la piel.
Por vía interna lo más cómodo es tomar el aceite en forma de suplemento o bien el jarabe, aunque también se puede preparar una maceración de las bayas. Más agradable e igualmente válido es tomar las bayas en forma de zumo natural o en mermelada casera.
El aceite de espino amarillo también se aplica sobre la piel y forma parte de la composición de algunos productos cosméticos.
Jordi Cebrián. Asesora: J Mª Teixé, herborista de «El Manantial de Salud»