En claros de bosques caducifolios como robledales, pero también en prados algo húmedos y landas arbustivas, crece esta planta esbelta y elegante, la betónica (Stachys officinalis). Puede medir hasta 70 cm de altura y presenta unas hojas basales, unidas a la cepa por largos peciolos y con el limbo alargado, de márgenes dentados y truncado en su base.
Las hojas superiores son más pequeñas, sin peciolo. Las flores se agrupan en una espiga densa, y son de color rosa vivo o a veces rosa pálido, casi blanco. Florece en primavera y verano.
Propiedades de la betónica
Como recoge Font i Quer en su Dioscórides renovado, la betónica había sido considerada antiguamente una panacea, y se decía que podía curar hasta cuarenta y tres enfermedades, entre ellas casi todas las que afligen a las mujeres. Es en las sumidades floridas y las hojas donde se concentran los principios activos de esta labiada, que no es una panacea pero brinda beneficios terapéuticos destacables.
Contiene betaína, lactonas como la estaquina, ácidos fenólicos y taninos en abundancia. Se considera antiespasmódica, ligeramente analgésica y sedante, hipotensora, astringente y emenagoga, además de cicatrizante por vía tópica.
Para qué sirve la betónica
En los herbolarios se recomienda para ayudar a controlar la tensión arterial, sobre todo cuando la tendencia a presentar niveles altos puede estar vinculada a problemas nerviosos, estrés o ansiedad.
La betónica, combinada con otras plantas, puede aliviar algunos dolores de cabeza y la migraña, incluida la hemicraneal.
Se muestra igualmente eficaz como planta digestiva. Es una aliada ideal en episodios recurrentes de espasmos gastrointestinales influidos en parte por estados nerviosos o estrés. También resulta útil para aliviar la gastroenteritis.
Asimismo está indicada para tratar dolores menstruales con espasmos, en dismenorreas y amenorreas.
Es igualmente efectiva para aliviar el dolor de espalda y la tensión muscular.
Recetas de infusión de betónica
Infusión de betónica contra la cefalea y la migraña
Para preparar la tisana se combina betónica con matricaria, ginkgo, pasiflora y anís estrellado, a partes iguales.
- Cómo prepararla: Se hierve una cucharada de la mezcla por vaso de agua 2 minutos, se deja reposar 5 y se filtra.
- Cómo tomarla: Se beben 2 o 3 vasos al día, mejor en ayunas. Esta tisana puede ser útil en cefaleas provocadas por un sobreesfuerzo o ruido. Sustituyendo la matricaria por lúpulo o verbena, se favorece el sueño.
Infusión de betónica para espasmos gastrointestinales por estados nerviosos
La betónica se combina con hierbaluisa, melisa y manzanilla, a partes iguales.
- Cómo prepararla: Se escalda el agua, se vierten las plantas y se dejan reposar apenas 10 minutos.
- Cómo tomarla: Se toma una tisana tras cada comida principal.
Infusión para controlar la tensión arterial alta por estrés
Una fórmula interesante es la que combina betónica con espino albar, hojas de olivo y anís estrellado, más o menos en igual proporción.
- Cómo prepararla: Se hierve 2 minutos una cucharada sopera de la mezcla por vaso de agua y se deja reposar otros 10.
- Cómo tomarla: Se toman un par de vasos al día, el último, una hora antes de acostarse.
Infusión para lavar heridas y favorecer su cicatrización
La infusión de betónica, con cola de caballo y bolsa de pastor resulta eficaz por su acción astringente y cicatrizante.
Contraindicaciones
La betónica, sobre todo si se aprovecha la raíz, no debe utilizarse en caso de gastritis y úlcera gastroduodenal por su alto contenido en taninos.
Jordi Cebrián. Asesor: J Mª Teixé, herborista de «El Manantial de Salud»