Aspérula olorosa

La aspérula olorosa (Galium odoratum),

/

iStock

La aspérula olorosa (Galium odoratum), que crece en hayedos y bosques de abetos es una planta modesta y frágil que puede pasar desapercibida. Forma unos tallos o rizomas pequeños, que se ramifican y hacen que se extienda por el lecho del bosque. Los tallos son de sección cuadrada y las hojas, lanceoladas, se agrupan en verticilos en número de 6 a 9. Sus flores de color blanco puro se agrupan en densas inflorescencias y aparecen en primavera.

Toda la planta, al secarse, emana un olor intenso, herbáceo, al que debe su nombre. Se debe recolectar a punto de florecer, en mayo, y secar en un lugar umbrío, sin focos de humedad. Se halla en los bosques húmedos europeos, incluidos los Pirineos y el Cantábrico. En Alemania se había empleado para aromatizar cervezas, vinos –el Maiwein–, mermeladas y hasta salchichas.

Se sabe que en la Edad Media, las hojas frescas machacadas se aplicaban sobre heridas y llagas, y la decocción se usaba para calmar el dolor estomacal. Se ha seguido indicando como diurético y para prevenir la formación de piedras en el riñón.

Los ramilletes de la planta, una vez secos, se cuelgan en las puertas para perfumar las estancias y, combinada con ramilletes de lavanda, puede ser útil para ahuyentar los insectos del interior de la casa.

En los herbolarios se encuentra en forma de planta seca para infusión, en extracto líquido y en tintura alcohólica.

Propiedades medicinales de la aspérula olorosa

La parte de la aspérula olorosa que se cosecha con fines medicinales son las hojas y las sumidades floridas.

Contienen cumarinas, un glucósido –asperulósido–, taninos y principios amargos. Hoy día no es una planta muy popular, aunque de forma tradicional se usaba por su efecto diurético.

Los herbolarios que aún la tienen la recomiendan sobre todo como tónico estomacal, para aliviar los espasmos gastrointestinales, favorecer la digestión y reducir la sensación de pesadez. Tiene la ventaja de que su sabor es menos amargo que el de otras plantas digestivas.

Aunque de forma menos común, también se utiliza en el tratamiento de afecciones oculares, como la inflamación de párpados y la conjuntivitis. Se aplica en forma de colirio o baño ocular, combinada si se quiere con aciano.

Se le atribuyen propiedades hepatoprotectoras y se hace servir para mejorar los cólicos hepatobiliares.

La aspérula puede ayudar a aplacar estados nerviosos leves y el insomnio si se asocia a plantas que refuercen su acción.

infusión digestiva de aspérula olorosa

La aspérula olorosa se puede combinar en agradables infusiones junto a otras plantas digestivas.
Para hacer un infusión de aspérula para después de comer, se mezcla esta planta con menta y manzanilla bastarda (Anthemis arvensis) –o en su defecto manzanilla común–, y se añade hinojo o anís verde.

  1. Mezcla todas las plantas a partes iguales.
  2. Se hace servir una cucharada sopera de la mezcla por cada taza de agua.
  3. Se hierve el agua, se echa la mezcla y se deja reposar de 5 a 8 minutos.
  4. Se pueden tomar hasta dos vasos al día, tras las comidas.

Jordi Cebrián. Asesora: J Mª Teixé, herborista de «El Manantial de Salud»