Seguro que más de una persona se pregunta ¿qué comía antes de que llegara el aguacate a mi vida? El aguacate parece que sea un producto reciente por la manera en que ha invadido nuestras costumbres gastronómicas.
Nada más lejos de la realidad. Es un producto tradicional de la gastronomía de América del Sur. Y son tantos los beneficios que nos brinda, está tan rico y es tan fácil de preparar que resulta extraño que no lo ensalzáramos antes. Hoy está plenamente implantado en España y se cultiva sin problemas en varios puntos.
Uno de los problemas que plantea es que se ha de comer en su punto justo de maduración. Muy verde no apetece y, como sigue madurando tras ser recolectado, es fácil que se nos pase si no sabemos ver que está en su punto. Una vez abierto también se oxida y pierde rápidamente sus propiedades.
Todo tiene solución. Así que vamos a poner rápidamente remedio a esos inconvenientes.
Cómo tener un aguacate siempre a punto
El aguacate en su punto tiene un bonito color verde que ya invita a cortarlo y comerlo sin más. Para comprobar que lo vamos a tomar en su punto justo de maduración, has de recordar estas cuatro normas:
- La cáscara de fuera no siempre está igual. También se ennegrece en la maduración. Por eso, si está verde, aún le falta. Ha de estar oscura, aunque no negra del todo. La fruta demasiado negra ya estará pasada.
- Sin grietas en la piel. No es extraño que los aguacates se hayan expuesto a un frío excesivo para su conservación y eso los haya estropeado. La manera de detectarlo es si aparecen grietas en la piel.
- Consistente no duro. Al tacto el aguacate no ha de estar muy blando ni tampoco duro como una piedra. Lo has de presionar un poquito y notar que se hunde ligeramente. Ese es su punto.
- Revisa la punta. Ya en casa, quítale la punta del rabillo que sobresale por arriba. Así verás el color de la carne. Si es verde brillante, está listo. Si es verde pálido, habrá que ayudarle a madurar. Entonces envuélvelo en papel de plata y ponlo a fuego medio cinco minutos.
Cómo se conserva el aguacate abierto
Puede que una vez abierto no queramos consumir todo el aguacate. Hay varias opciones y también va a depender de cómo lo tengamos. Puede ser que hayas usado solo la mitad del aguacate o que lo hayas cortado todo en dados y te haya sobrado. No importa. Hay opciones para cada caso.
- Añade un poco de limón. El limón es un gran antioxidante conservador de gran parte de los alimentos. Como su nombre indica, evita que el oxígeno oxide su piel y la ennegrezca. Basta con apretar un limón para que caigan unas gotas sobre el aguacate para que se conserve. Has de dejarlo en la nevera. Durará dos días más.
- Ciérralo al vacío. Si tienes una máquina para extraer el aíre, es la forma más adecuada de que aguante en la nevera con todas sus propiedades.
- Envuélvelo en papel de cocina. Moja el papel de cocina en agua y envuelve con él la mitad sobrante del aguacate. Ponlo en un tupper cerrado y aguanta en la nevera un día.
- Ponlo en agua fría. Pon en un recipiente agua fría. Introduce el aguacate con la carne hacia abajo. Tápalo herméticamente y listo. Durará al menos 24 horas.
- Pon una cebolla. Mete el sobrante de aguacate junto con un cuarto de cebolla en una bolsa de plástico hermética, una de esas que tienen cierre zip. Los vapores de la cebolla evitan la oxidación. Eso sí, procura que la carne no toque la cebolla para evitar que coja sabor. También puede aguantar un par de días.
- Congélalo. Si ya has machacado el aguacate para hacer un guacamole, por ejemplo, o lo has cortado en dados para una ensalada la opción más efectiva de conservación es congelarlo.
Si está en dados, acaba de machacar el aguacate, por ejemplo con una batidora. Añádele una cuchara de limón. Puedes ponerlo a congelar y te va a durar hasta medio año sin perder sus propiedades.
- Sumérgelo en aceite de oliva. No es un método barato. No obstante es eficaz y aquí dejamos constancia de él. Si sumerges el aguacate en aceite de oliva es otra forma de evitar que esté en contacto con el aire.
¿Es necesario conservar el hueso?
Llegamos a uno de los errores más comunes. Si buscas consejos de conservación de guacamole, muchos medios insisten en que el conservar el hueso evita que se estropee.
Lo cierto es que no hay ninguna evidencia científica que haya confirmado este punto. Lo que sí hay es opiniones de expertos reputados que señalan que se trata de una leyenda urbana.
“Dejar el hueso en el aguacate no evita la oxidación (esta se produce por contacto con el aire) solo se evita la oxidación de la parte bajo el hueso”, apunta el nutricionista Miguel Ángel Lurueña, doctor en Ciencia y Tecnología de los Alimentos.
De todas formas, no está de más consumir primero la mitad que esté sin hueso. El hueso ayudará a que se conserve mejor la parte que está justo debajo suyo, algo es algo.
Tampoco el film transparente o el de aluminio son especialmente eficaces, sobre todo este último, porque no consigue evitar que el aire se cuele por entre sus pliegues y oxide la fruta.