Cada español tiró a la basura unos 61 kilos de comida de media en 2023, una cantidad muy alarmante, y más si tenemos en cuenta que 783 millones de personas pasan hambre en el planeta.
Hay ciertos malos hábitos que contribuyen mucho al desperdicio de comida, a menudo sin que nos demos cuenta. Una de ellas es almacenar mal los alimentos, y una mala costumbre muy extendida es colocar toda las frutas y las verduras en la nevera en un mismo compartimento.
Muchas frutas y hortalizas contienen y liberan mucho etileno, un gas que las hace madurar. Si almacenas ese tipo de frutas y hortalizas junto con otras que lo absorben fácilmente, estas últimas madurarán más rápido de lo habitual y se estropearán antes de tiempo.
¿Qué es el etileno y que frutas y verduras lo contienen?
El etileno es una hormona natural de las plantas que juega un papel crucial en el proceso de maduración de las frutas y verduras.
Todas las frutas y verduras lo producen en su fase de maduración y lo liberan en forma de un gas incoloro e inodoro. Es responsable de diversos cambios, como el ablandamiento, endulzamiento y el cambio de color.
En algunas frutas y verduras, sin embargo, la producción de este gas se acelera a partir del momento de la maduración en la planta o el árbol y después siguen produciéndolo tras su recolección. En otras, en cambio, esto no ocurre. Es lo que hace que se clasifiquen entre "climatéricas" y "no climatéricas":
- Las frutas y verduras climatéricas pueden madurar una vez separadas de la planta, siempre que hayan alcanzado un buen tamaño. Emiten más etileno a medida que maduran, lo que lleva a un rápido proceso de ablandamiento y desarrollo del sabor incluso después de la cosecha.
- Las frutas y verduras no climatéricas producen poco etileno y no continúan madurando después de la cosecha, pero son sensibles al etileno y pueden ablandarse y pudrirse con facilidad si se exponen a este gas.
La exposición al etileno puede provocar una maduración excesiva, reducir la calidad de los alimentos y contribuir, así, a su desperdicio.
Frutas y verduras climatéricas y no climatéricas
Entre las frutas y verduras climatéricas, que expelen una gran cantidad de etileno, encontramos, por ejemplo:
- Las manzanas
- Los melones
- Los plátanos
- Las peras
- Las ciruelas
- Los melocotones
- Los tomates
- Los higos
- Los aguacates
- Los mangos
- La papaya
- Las cebollas
- Los kiwis
En el equipo contrario, el de los vegetales muy sensibles a los efectos del etileno (los no climatéricos) tenemos, por ejemplo:
- El brócoli
- Las verduras de hoja verde, como la lechuga
- Los pepinos
- Las alcachofas
- Los espárragos
- La coliflor
- El apio
- Las naranjas
- Los pomelos
- Los limones
- Las fresas
- El calabacín
- Las judías verdes
- Las patatas
- Las moras
- Las cerezas
- Los arándanos
- Las uvas
- Las sandías
- Las zanahorias
FRutas y verduras que no deberías juntar en la nevera
Las frutas y verduras no climatéricas, como hemos visto, son más sensibles al etileno y, por lo tanto, conviene mantenerlas separadas de las climatéricas, que producen mucho etileno, porque podrían acelerar su proceso de maduración y echarlas a perder.
Guardar juntas frutas y verduras climatéricas y no climatéricas puede hacer que las que son sensibles al etileno sufran problemas como la decoloración, un sabor desagradable o cambios de textura.
Por ejemplo, las manzanas, que son grandes productoras de etileno, no deberían guardarse cerca de las zanahorias o en contacto con ellas.
Vegetales que suelen ser compañeros en el verdulero, como las cebollas y las patatas, tampoco deberían mezclarse si no quieres acabar tirando las patatas a la basura antes de tiempo: el gas etileno que producen las cebollas hace que las patatas broten de forma prematura.
Elaborar una lista de los alimentos que producen etileno y los que son muy sensibles a este gas y colgarla en la puerta de la nevera puede ayudarte a mantener las malas compañías alejadas.
Tampoco en el frutero...
Por el mismo motivo, estas combinaciones tampoco son adecuadas para el frutero o el verdulero fuera de la nevera, sobre todo si están muy juntas. El gas etileno que desprendan los alimentos climatéricos se dispersará más que en el cajón de la nevera pero puede entrar igualmente en contacto con sus vecinos más cercanos.