El estrés en sí no es algo malo, sino una reacción de adaptación a las circunstancias. A corto plazo, te puede ayudar a salir de una situación complicada porque todo tus capacidades se activan, pero cuando el estrés se mantiene se convierte en una amenaza permanente para la salud mental y física. 

La dieta desempeña un papel especial para reducir el nerviosismo y el estrés porque este aumenta la necesidad de vitaminas, minerales, ciertos ácidos grasos y aminoácidos. Además, algunos nutrientes y sustancias que se encuentran en los alimentos vegetales poseen propiedades relajantes. 

1. Avena para unos nervios fuertes

Los productos integrales, como los copos de avena, contienen las importantes vitaminas importantes para los nervios como la B1 y la B2.

Para fortalecer tus nervios por la mañana, prueba muesli con avena o una rebanada de pan integral para el desayuno (mejor si es casero).

2. Kale repone las reservas de potasio y otros minerales

Además de la col rizada o kale, los zumos de verduras, las legumbres, el aguacate, las espinacas, las patatas y los plátanos contienen mucho potasio.

Este mineral se excreta por los riñones durante el estrés debido al aumento del contenido de cortisol en el cuerpo. Con chips de kale o un batido verde  podrás reponer tus reservas de potasio y calmar tus nervios.

Además, la kale contiene otros minerales como hierro y calcio. 

3. Las semillas de calabaza aportan arginina

La arginina es un aminoácido importante en situaciones de estrés. El cuerpo lo utiliza para producir óxido nítrico, que es necesario en muchos procesos, como la memoria, la neurogénesis, la recuperación muscular o la regulación del ciclo del sueño. Unos niveles por debajo de los normales pueden incrementar la inflamación del sistema nervioso y favorecer los estado de ansiedad y depresión. 

Las semillas de calabaza son ricas en arginina y en otros nutrientes esenciales como el zinc. Puedes añadirlas a ensaladas y mueslis o espolvorearlas sobre cualquier guiso. 

4. Más magnesio gracias al salvado de trigo

El salvado de trigocontiene mucho magnesio, mineral que amortigua los efectos de la hormona del estrés, el cortisol.

Una deficiencia de magnesio provoca nerviosismo, trastornos del sueño y calambres musculares, especialmente en caso de estrés. Con salvado de trigo podrás refinar tu muesli y reponer tus reservas de magnesio.

Otros alimentos muy ricos en magnesio son las almendras, las hojas verdes, las legumbres y el cacao puro. 

5. Zanahorias para conseguir vitamina A

Las zanahorias contienen una gran cantidad del betacaroteno, precursor de la vitamina A, que, al igual que las vitaminas C y E, tiene un efecto antioxidante y protege las células del cuerpo, incluidas las neuronas de los radicales libres.

¿Qué tal una ensalada de zanahoria o un zumo de zanahoria recién exprimido de vez en cuando? Al mismo tiempo, al comer zanahorias estarás haciendo algo bueno por tu piel, tus ojos y tu inmunidad.

6. Aceite de germen de trigo contra los radicales libres

La vitamina E protege las células de los radicales libres, que se producen más cuando se está estresado.

El aceite de germen de trigo contiene entre 200 y 300 mg de vitamina E por 100 g, mucha más que todos los demás aceites de cocina.

Dado que la vitamina no tolera el calor, el aceite de germen de trigo se debe utilizar preferentemente en platos fríos, por ejemplo, en ensaladas. Es mejor comprarlo en botellas pequeñas, ya que solo dura dos meses después de abrirlo.

7. Almendras como fuente de calcio

Los frutos secos y especialmente las almendras son ideales para cubrir tus necesidades de calcio. Contienen una cantidad especialmente elevada de este mineral, cuya necesidad aumenta durante el estrés constante.

Por ejemplo, puedes elaborar una crema de almendras para untar en pan o utilizar la leche de almendras como sustituto de la leche de vaca.

8. El cacao te hace feliz

¿Sueles tomar chocolate cuando estás estresado? Esto es comprensible, porque el chocolate es un verdadero consuelo. Tiene un alto contenido en flavonoides, que protegen las células del sistema nervioso e inmunológico de los radicales libres.

Además, el cacao repone las reservas de triptófano, a partir del cual se forma la "hormona de la felicidad", la serotonina.

El aumento del estrés conduce a un agotamiento del triptófano, lo que puede provocar mal humor o depresión y antojos de dulces.

Elige cacao puro. Si te resulta muy amargo puedes mezclarlo con un poco de xilitol o estevia.  

9. Semillas de lino con ácidos grasos omega-3

Los ácidos grasos omega-3 protegen al organismo de los procesos inflamatorios desencadenados por el estrés.

La proporción óptima entre los ácidos grasos omega-3 y omega-6 en las semillas de chía es muy adecuada para la absorción de estos ácidos grasos.

Sin embargo, dado que hasta ahora la chía se cultiva casi exclusivamente en América del Sur, el aceite de linaza o las semillas de lino son la mejor alternativa de proximidad.

Las semillas de chía y lino se pueden utilizar, por ejemplo, en mueslis, batidos o como sustituto del huevo.

¿Qué más puedes hacer para combatir el estrés?

Además de una dieta que reduce los síntomas del estrés, los deportes de resistencia como el running, el ciclismo o los métodos que conllevan relajación, como el yoga, ayudan a reducir las molestias nerviosas y físicas.

Sin embargo, a largo plazo, lo más importante para combatir el estrés es encontrar y minimizar los desencadenantes.