Verano suele ser sinónimo de gazpacho, de salmorejo, de ensaladas de pepino, de calabacines rellenos… son las hortalizas que están en temporada, en su mejor momento, y nos encanta aprovecharlas en estos platos típicos, pero ¿qué más se puede hacer con ellas?
Pues aparte de todo tipo de ensaladas y sopas frías, os propongo unas cuantas recetas que se salen de lo ordinario para que améis un poco más a estos vegetales.
Noodles de calabacín o “zoodles”
Tan simple como utilizar un cortador en juliana o un espiralizador con nuestros calabacines crudos y con piel, bien lavados. Lo que tendremos son “espaguetis” de esta hortaliza que se pueden comer tal cual, crudos, o calentados unos minutos salteados con otros ingredientes.
Se pueden usar salsas igual que para un plato de pasta normal: una boloñesa de soja texturizada o de lentejas, una salsa de tomate casera, etc.
Pan de calabacín
A medio camino entre un pan y un bizcocho, puede ser un buen tentempié para llevar, o un capricho muy original.
Ingredientes
- 2 tazas de harina de trigo integral
- 2 cucharadas de harina de arroz
- 1 cucharadita de levadura de panadería
- ½ cucharadita de sal
- ¾ de taza de agua templada
- 2 cucharadas de semillas de lino
- 2 dátiles
- 2 cucharadas de aceite de oliva o de coco
- 1 calabacín mediano-pequeño (unos 175g)
Peparación
- Muele las semillas de lino con un molinillo o machácalas con un mortero. Bate los dátiles con la batidora (puedes poner más y utilizar 1 cucharada de la pasta resultante). Lava el calabacín y rállalo con un rallador de agujeros grandes. Sécalo bien con papel de cocina.
- Mezcla la harina de trigo con la de arroz, la levadura y la sal. Haz un hueco en el centro y pon el agua templada, lino, dátiles, aceite y calabacín y mézclalo bien todo junto.
- Cuando se forme una masa más o menos homogénea, ponlo en un bol grande, tápalo y déjalo leudar hasta que doble su tamaño.
- Amásalo un poco sobre una superficie enharinada, dale forma de cilindro (más o menos) y ponlo en un molde para bizcochos rectangulares con papel para hornear. Humedece un poquito la superficie con agua.
- Precalienta el horno a 180ºC.
- Mete el pan a altura media, con calor arriba y abajo, unos 20 minutos o hasta que la corteza se dore. Sácalo y deja que se temple antes de desmoldar.
Salsa de tomate a la africana
De inspiración del África central, una salsa diferente para que la uses en cualquier plato, aunque queda especialmente bien con arroces y verduras.
Ingredientes
- 3-4 cucharadas de aceite de oliva
- 1 cebolla
- 2 cucharadas de concentrado de tomate
- 4 tomates bien maduros, medianos-grandes
- 2 hojas de laurel
- Una pizca de pimienta negra molida
- Aprox. ¼ de cucharadita de sal
- 2 guindillas “piri-piri”
Preparación
- En una cacerola mediana o una sartén honda calienta el aceite a fuego medio.
- Ralla la cebolla y póchala. Corta los tomates en daditos y añádelos, removiendo bien.
- Agrega el resto de ingredientes y mézclalo. Sube el fuego y añade un par de tazas de agua.
- Cuando empiece a hervir ponlo a fuego medio y deja que se haga durante 15 minutos, hasta que haya reducido, removiendo de vez en cuando para deshacer el tomate.
Tomates rellenos
Para una solución fresca y rápida lo mejor es hacerlos crudos y rellenos de cosas que nos hayan sobrado de otras comidas, por ejemplo quinoa o arroz cocido mezclado con cilantro fresco, maíz, cebolla, etc.,
- Mezcla los ingredientes del relleno en un bol.
- Corta solo la parte superior, vacíalos con una cucharita y añade este interior que hemos sacado a la mezcla del bol.
- Ahora rellénalos bien, procurando que queden prietos, y ciérralos con la parte que hemos cortado del tomate.
Lo que nos queda es como un tomate-ensalada en prácticas porciones individuales bien fresquitas y jugosas.
Tzatziki
Una receta tan sencilla como el hummus, solo necesitas los ingredientes y una batidora, o mezclarlo todo a mano. Con esta salsa puedes acompañar ensaladas, patés vegetales, sándwiches...
Ingredientes
- 3 yogures de soja naturales (sin azucarar y sin sabores)
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- El zumo de ½ limón
- 2 dientes de ajo
- ½ cucharadita de sal
- 1 pepino mediano-pequeño
- Unas hojas de menta fresca
- Una pizca de pimienta molida
Preparación
- Lava el pepino y pícalo fino o rállalo con un rallador de agujeros grandes.
- Escurre los yogures y ponlos en la batidora con los ajos pelados y sin nervio. Bátelo.
- Sin dejar de batir añade el aceite de oliva, el zumo de limón y la sal. Cuando se haya hecho una emulsión cremosa mézclalo con el pepino y decóralo con la menta y la pimienta.
- Si lo quieres más cremoso, vierte los yogures en una muselina, cuélgala (por ejemplo en el grifo de la cocina) y deja que escurran unas horas antes de usarlos.
Agua de pepino
Un refresco casero también muy facilito que podemos hacer en grandes cantidades (por ejemplo 2 botellas de 2 litros) y llevárnoslo de picnic.
Ingredientes (para 4 litros)
- 3,5 litros de agua
- 2 pepinos
- 6-8 hojas de hierbabuena
- 4-5 rodajitas de jengibre
- 1 limón
Preparación
- Distribuye el agua en las botellas que vayas a usar.
- Lava los pepinos y córtalos en rodajitas. Repártelos por las botellas. Pica fina la hierbabuena y también repártela. Lo mismo con el jengibre. Corta el limón en rodajitas y pon las que quieras en cada botella.
- Ciérralas, agítalas unos segundos y guárdalas en la nevera. Tras un par de horas ya se notará bien el sabor.
Lo puedes guardar hasta 4 días sin problema.